miércoles, 9 de marzo de 2011

Manual de redacción y escritura profesional

Dedico esta obra a la Prof. Cecilia Anticaglia, entrañable, quien me enseñó mis primeras lecciones sobre la estructura de la Lengua; a las Dras. Hilda Albano y Ofelia Kovacci, quienes me enseñaron a ver más allá de lo aparente, y a la Prof. Elvira Arnoux, quien me dio mi primera oportunidad en la docencia.
































Redacción, Pensamiento y Acción (1ª edición).
Buenos Aires, Argentina, año 2010.
©Camila E. Ossorio Domecq
Todos los derechos reservados.




























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Síntesis: La propuesta de capacitación de este proyecto contempla otorgar al capacitando pautas a la hora de redactar textos, tesis y tesinas, así como dar el puntapié inicial al momento de establecerse un plan de escritura. Incluye todo lo relativo a la información paratextual, así como las clases de textos posibles, sus nominaciones y distinciones estilístico-semánticas, y sus clasificaciones. Veremos asimismo Análisis gramatical de textos, con sus jerarquías, categorías, y modificadores a nivel profundo, de manera tal que podamos ver, observar las prácticas del lenguaje in situ, con ejercicios que hacen a la consistencia de la(s) disciplina(s) en cuestión.

Destinatarios del proyecto: Profesores de nivel primario, profesores de Educación Media, profesores de nivel terciario y superior universitario.

Justificación: Desde hace poco más de una década, se ha reducido al límite la enseñanza de la Lecto-escritura y de la Gramática en los colegios de educación primaria y media, sustituyéndolos por una endeble teoría de la comunicación. Este manual pretende recordar y capacitar a la nueva camada de docentes en estas disciplinas que la apuntalan y constituyen, a través de diferentes estrategias didácticas a la hora de llegar a los estudiantes y alumnos, pero con la seriedad de instituirse ésta como una disciplina que indaga en el alumno, de manera interactiva con el docente y los objetos del saber, aportando conocimientos.

Objetivos:

Se pretende que:

• el capacitando integre sendos saberes (el de la Lecto- escritura, la Teoría Literaria y el de la Gramática) a partir de la lectura, la escritura, y la búsqueda del conocimiento de manera dialéctica e interactiva a través del habla y de la escucha.
• el capacitando aprehenda nuevas nociones y métodos de reconocimiento de la lengua y de la estructura, función y escritura de textos, en conocimiento y co-presencia del paratexto en cuestión.
• el capacitando reconozca las jerarquías, niveles, categorías y componentes de la Oración, ya que la estructura de la Lengua permite ‘comprender’, ‘descubrir’ y mejorar el conocimiento de la Lengua y su expresión, oral y escrita.









Contenidos:

Sobre la autora………………………………………………………………………..3

Presentación de <>...……………………………………………4

Módulo I…………………………………………………………………………………8

1.- Construcción de la oración: Normas de redacción para la oración simple. La oración compleja o compuesta…………………………………………………....…8

1.1.- Modo Indicativo……………………………………………………………….....8
1.2.- Modo Subjuntivo…………………………………………………………………8
1.3.- Modo Imperativo o exhortativo ……………………………………………....10

2.- La Oración y su estructura……………………………………………………....11

2.1.- Las oraciones activas y pasivas y sus complementos………………….....11
2.1.1.- Clasificación del Sujeto……………………………………………………...11
2.1.2. Componentes de la Oración………………………………………………...12
2.1.2.1.- Objeto directo……………………………………………………………....13
2.1.2.2.- El objeto indirecto……………………………………………………….…13
2.1.2.3.- El complemento circunstancial…………………………………………...13
2.1.2.4.- Complemento del nombre o término………………………………….…13
2.1.2.5.- La aposición………………………………………………………………..14
2.1.2.6.- El vocativo………………………………………………………………….14
2.1.2.7.- El complemento agente……………………………………………….…..14
2.1.2.8.- El predicativo objetivo……………………………………………………..15

3.- Construcciones endocéntricas y exocéntricas………………………………..16
3.1.- Coordinación…………………………………………………………………....16
3.1.1.- Tipos de enlaces………………………………………………………….….17
3.1.1.1.- Coordinación por yuxtaposición o por conector de coordinación…….17
3.1.1.2.- Cuasicoordinantes………………………………………………………...20
3.1.1.3. Coordinantes correlativos………………………………………………....21
3.1.1.4.- Elipsis en la coordinación………………………………………………...22

4.- Jerarquía de funciones…………………………………………………………..23
4.1.- Oración compleja……………………………………………………………....23
4.1.1.- Los infinitivos, los gerundios y los participios
Relacionantes, incluyentes………………………………………………..24
4.1.2.- Proposiciones incluidas adverbiales
Proposiciones incluidas sustantivas
Proposiciones incluidas adjetivas……………………………………….....24
4.1.3.-Proposiciones incluidas………………………………………………….….25
4.1.4.- Proposiciones de infinitivo, gerundio y participio
(absolutos o conjuntos)……………………………………………………………...29
5.- La frase verbal…………………………………………………………………....31

6. Los verbos y su conjugación…………………………………………………….33
6.1.- Significado y uso de los tiempos del modo Indicativo……………………..33
6.2.- El modo Imperativo …………………………………………………………...34
6.2.1.- El aspecto…………………………………………………………………….34
6.2.2.- La voz………………………………………………………………………....34
6.3.- Significado y uso de los tiempos del Subjuntivo…………………………....35
6.4.- Formas no personales del verbo: infinitivo, gerundio y participio…….…..35
6.5.- Perífrasis verbales………………………………………………………….….37

Módulo II………………………………………………………………………………39
7.- ¿Qué es redactar?........................................................................................40
7.1. El plan de texto……………………………………………………………….…42
7.1.1. El texto: fuentes primarias y fuentes secundarias…………………….…..42
7.1.2.- Cómo elaborar la bibliografía………………………………………….……42
7.2.- Referencias bibliográficas………………………………………………….….43
7.2.1.- Reseña de libros………………………………………………………….….43
7.2.2.- Artículos de revista…………………………………………………….…….43
7.2.3.- Capítulos de Libros, Actas de Congresos, Ensayos en Obras
Colectivas……………………………………………………………………….…….44
7.2.4.- El documento electrónico……………………………………………….…..44
7.3.- ¿Qué es la referencia bibliográfica?..........................................................45
7.3.1.- ¿A quién me dirijo cuando escribo un texto de investigación?...............45
7.3.2.- El discurso argumentativo……………………………………………….….48
.
8.- El problema de los géneros discursivos, de Mijaíl M. Bajtín………………...50

9.- Formas literarias……………………………………………………………….....55
9.1.- El género narrativo………………………………………………………….….55
9.2.- El género descriptivo……………………………………………………….….55
9.3.- El género expositivo…………………………………………………………...56
9.4.- La forma literaria dialogada…………………………………………………...56

10.- El texto como unidad semántica……………………………………………....59

10.1.- Hiponimia……………………………………………………………………...59
10.2.- Sinonimia……………………………………………………………………...59
10.3.- Homonimia y polisemia……………………………………………………...60
10.4.- Antonimia………………………………………………………………….…..60

Módulo III……………………………………………………………………………..62
11.- Ortografía…………………………………………………………………….….63

11.1.- Uso de la b y v…………………………………………………………….….63
11.2.- Uso de la h, g y j………………………………………………………….…..64
11.3.- Uso de las letras c, z, q y k…………………………………………….……64
11.4.- Uso de la s y la x……………………………………………………….…….64
11.5.- Uso de la i, la y y la ll………………………………………………….……..64
11.6.- Uso de la m y la n……………………………………………………….……65
11.7.- Uso de la r y la rr……………………………………………………………...65

12.- Separación en sílabas y acentos……………………………………………...66
12.1.- La separación en sílabas………………………………………………….…66
12.2.- La acentuación………………………………………………………………..66
12.3.- Reglas de acentuación…………………………………………………….…67
12.4.- Algunos signos de puntuación……………………………………………....67
12.4.1.- Empleo de los signos de puntuación………………………………….….67



Módulo I

En este primer módulo veremos Sintaxis en profundidad, con todos los variados aspectos que la componen, detallados y con las definiciones y explicaciones de los conceptos atinentes a esta disciplina. Los contenidos serán abarcados y vistos de manera gradual, espiralada y creciente. Es así que, dentro de los contenidos de este módulo, veremos desde la composición más minúscula de la palabra (los fonemas) hasta el análisis sintáctico de algunos fragmentos de textos.

En el transcurso del libro verán un Módulo II y un Módulo III, el segundo relativo al arte de la redacción, y el tercero específico de todo lo atinente a la Ortografía. Deseamos sinceramente que los contenidos de este <>, les brinden nuevas herramientas y percepciones en cuanto al Lenguaje, la Lengua y su análisis y praxis.

¡Sean bienvenidos!!!



1.- Construcción de la oración: Normas de redacción para la oración simple. La oración compleja o compuesta.

La oración simple es la que está constituida por un solo verbo, con lo cual indica únicamente una acción verbal. La ORACIÓN, por su parte, es la unidad expresiva y de sentido completo de la redacción. El Sujeto es, de acuerdo con Martín Alonso , aquello de que se dice o aquél de quién se dice. El predicado es aquello que se predica o dice sobre o acerca del Sujeto. Ej.: Mi hermana estudia Diseño Industrial, El bebé toma la leche. Por su parte, la oración compuesta o compleja es la que está formada por dos o más oraciones simples que indican en su totalidad una única unidad significativa o unidad de comunicación . Ej.: Mi hermano trabaja mucho y duerme algo, La niña come caramelos y los que más le gustan son los de vainilla.

1.1.- Modo Indicativo

Las oraciones indicativas son declarativas, y pueden referirse a tres tiempos absolutos: el presente, el pretérito o pasado y el futuro. Mayté llega hoy, llegó o ha llegado anoche, llegará mañana. Para obtener la expresión negativa, en términos generales, se utiliza el adverbio ‘no’ referido a la oración entera. Así diremos: Mayté no llega hoy.

1.2.- Modo Subjuntivo

El modo subjuntivo expresa posibilidad y/o deseo. Admite las siguientes formas: a) condicional simple: Esta música sería ... (idea de presente); b) condicional compuesto o pluscuamperfecto de subjuntivo: Me habría amado ... Tú mismo lo hubieras rechazado ... (idea de pasado) c) condicional simple con idea de futuro: Mañana mismo lo buscaría ... d) infinitivo y el verbo auxiliar poder: Elvira podía estudiar ahora y Elvira podía estudiar mañana.

De acuerdo con Martín Alonso : “La duda, en general, no exige respuesta. Con idea de presente o de futuro lleva los adverbios quizá, acaso, tal vez, y el verbo en indicativo o subjuntivo: Quizá esté en su casa. Tal vez llueva mañana.”

Existen, además, otras maneras de construir la duda: a) con pretérito perfecto de subjuntivo: Acaso hayas tenido razón; mientras que la probabilidad se construye de distintas maneras: a) la de presente, con futuro de indicativo: Serán las cinco; la del pasado, con el condicional: Serían las cinco; la de futuro, con verbo en indicativo acompañado a veces de adverbio: Alfredo tendrá más de cuarenta años. Probablemente tu madre vendrá mañana; d) con verbo en infinitivo y el verbo auxiliar ‘poder’: Podían ser las cuatro, e) con la frase ‘deber de’: Debían de ser las cuatro. Más, podemos ampliar el abanico hacia otra manera más de construir la duda: Puede darse el signo interrogativo: ¿Si gustará de la nueva casa?

1.3.- Modo Imperativo o exhortativo

Para hablar del modo imperativo abordaremos oraciones en las que se invite u obligue a realizar alguna acción por parte de B al pedido de A. Para que el modo imperativo sea tal, se lo reconoce sólo en la 2ª persona del singular o del plural. Ej: Ven acá, Pónganse en marcha, Pasa a recoger la novela mañana sin falta. Lo cierto es que si bien el modo imperativo funciona sólo en la 2ª persona del singular y/o plural, algún adverbio también puede cumplir su función, por ej.: ¡Adelante!!! por ¡Avanza!!! o ¡Avancen!!! Ahora bien, las oraciones exhortativas pueden tener lugar también en 3ª persona del subjuntivo, como en: “Vea usted mi buena fe” , en la que el verbo ‘ver’ como tal no implica efectivamente ver algo en particular sino en compadecerse de la buena fe del/a emisor/a de tal expresión, y que, por lo tanto, no se constituyen como imperativos.

Actividades:
a) Establecer las diferencias entre la oración simple y la oración compleja.
b) Reconocer las características principales de cada uno de los modos. Enunciarlas.

Objetivos:
a) Que el capacitando comprenda las diferencias sintáctico-semánticas tanto en la construcción oracional como en la enunciación de los modos.






















2.- La Oración y su estructura

Volvamos sobre la ‘oración’. ¿Qué significa y a qué refiere la palabra “oración”? De acuerdo con la Gramática Española de María José Lloréns Camp , la oración es una unidad lógico semántica plena, es decir, la unidad más pequeña de sentido completo en sí misma en que se puede fragmentar el discurso. En el mismo sentido, Lloréns Camp sostiene que toda oración posee SUJETO y PREDICADO, que son los dos elementos que relacionados entre sí articulan una Oración; sin embargo –sostiene- en algunos casos encontramos lo que llamamos ORACIONES UNIMEMBRES, que son las oraciones impersonales que carecen de sujeto y que están formadas únicamente por predicado. Ej.: Llueve. No hay amor que dure veinticuatro horas.


2.1.- Las oraciones activas y pasivas y sus complementos.

La oración activa es aquélla en la que el sujeto realiza la acción verbal. En cambio, la característica fundamental de la la oración pasiva que el sujeto no es quien realiza la acción verbal, sino quien la recibe o padece, por ej.: Juan Luis compra libros de bioquímica (Voz Activa); Libros de bioquímica son comprados por Juan Luis (Voz Pasiva). Es así que encontramos dos tipos de oraciones: a) la que consta de sujeto y predicado nominal y b) las oraciones con sujeto y predicado verbal. El predicado nominal indica las cualidades del sujeto, y tiene como peculiaridad que su núcleo significativo no es el verbo, sino el nombre. Por ello es que los verbos copulativos SER y ESTAR sirven de enlace entre el predicado y el sujeto, pues las cualidades y características que indica el predicado nominal sobre el sujeto nos muestra que aquél no posee complementos del verbo, sino atribuciones hacia el sujeto. Ej.: Yo soy malabarista. María está contenta. Por otra parte, existen otros verbos que también desempeñan igual función: PARECER, SEMEJAR, YACER.

El predicado verbal, por su parte, es utilizado para expresar acciones o comportamientos del sujeto. Recibe este nombre porque el núcleo significativo del predicado es el verbo, pues de esta manera podemos destacar la acción que desempeña el sujeto. Lloréns Camps refiere que el predicado verbal se construye con los verbos que no sean SER y ESTAR, auque éstos, excepcionalmente, pueden funcionar como núcleo del predicado. Ej.: Juan está en clase. Ejemplo de predicado verbal: Arístides es un gran cocinero. Gustavo planta semillas raras en el balcón de su casa.

2.1.1.- Clasificación del Sujeto:

Podemos clasificar al Sujeto según:

a) su relación oracional
b) su función significativa
c) por su formación

Dentro de la relación oracional encontramos:

a) El Sujeto gramatical, que es el de quien o de que se dice en el predicado.
b) El Sujeto lógico, que tiende a coincidir en torno al que gira la acción expresada por el predicado. Concuerda con el verbo en número y persona. Ej.: Raúl lee el Martín Fierro. El Martín Fierro es leído por Raúl.

Según su función significativa tenemos el:

a) Sujeto agente, cuando el sujeto realiza la acción indicada en el verbo. Ej.: El padre llama a sus hijos.
b) Sujeto paciente, cuando el sujeto recibe o padece la acción. Ej.: Sus hijos son llamados por el padre.
c) Sujeto pseudoagente, cuando parece un sujeto agente, pero significativamente es paciente. Ej.: Marta se cortó el pelo en la peluquería. (Se lo hizo cortar por el peluquero).
d) Sujeto causativo, cuando el sujeto no es el agente inmediato de la acción, sino el causante de la misma. De la Rúa encerró a las plazas.. (Las mandó a encerrar).

Según su formación, distinguimos

a) Sujeto simple, que es el que está formado solamente por un núcleo.
b) Sujeto complejo, que es cuando al núcleo del sujeto existen funciones secundarias en forma de complemento del nombre o aposición. Ej..: La novia de Guillermo es mi amiga. Mercedes, la novia de Guillermo, es mi amiga.
c) Sujeto múltiple, que es cuando en el sujeto aparecen dos o más núcleos.

2.1.2.- Componentes de la Oración:

Continuaremos estudiando los componentes de la oración. Comenzaremos por el predicativo subjetivo. Éste sirve para indicar cualidades del sujeto, y lo hallamos en la identificación del sujeto con el predicado a través de un verbo copulativo. Por ej.: Juan es amable. Esta misma función puede ser desempeñada por:

a) Sustantivos: Susana es Ingeniera.
b) Adjetivos: Mi padre es delgado.
c) Pronombres: Mi hermano es éste.
d) Adverbios calificativos: Enio es así.
e) Infinitivos: Esto es comer.
f) Proposiciones incluidas sustantivas: Él es el que duerme.



2.1.2.1.- Objeto directo:

El objeto directo expresa en el predicado lo que se dice del sujeto, admite la proposición ‘a’ solamente cuando es de persona o bien en aquellas ocasiones en que el objeto de quien se predica está personificado. Por ej.: La maestra reta a Demóstenes. Hay quién teme a la muerte. El objeto directo no admite las preposiciones de y en, y pasada la oración de voz activa a la voz pasiva, el objeto directo pasa a constituirse en el sujeto de la oración. Por otra parte, puede ser reemplazado por los artículos ‘la’, ‘las’, ‘lo’ y ‘los’ en voz activa, para su comprobación. Este procedimiento recibe el nombre de sustitución pronominal.

2.1.2.2.- El objeto indirecto:

El objeto indirecto sirve para indicar la persona o cosa personificada que recibe la acción verbal. Por ej.: El niño compró el alimento para el gato. Guadalupe regaló juguetes a una niña. El o.i. puede ir precedido por las preposiciones ‘a’ o ‘para’. Para no confundirlo con el complemento circunstancial, hay que tener muy presente que el o.i. indica siempre a la persona o cosa personificada que recibe el beneficio o el perjuicio de la acción verbal, mientras, como señala agudamente Lloréns Camp, el circunstancial no expresa persona. Por ej.: Elisa viajó en un tren dio una patada a una piedra. (Complemento circunstancial, porque indica dónde fue dada la patada y no quién recibe la acción).

2.1.2.3.- El complemento circunstancial:

El complemento circunstancial se utiliza para expresar en qué circunstancias (lugar, tiempo, cantidad, modo, compañía, etc.) se desarrolla la acción del verbo. Ej.:

a) Liliana trabaja en China.
b) Mi hermana estudia seis horas.
c) Fuimos al teatro con nuestros amigos.
d) Cada noche pienso en ello.

Puede ir introducido por cualquier preposición o bien sin ella. Ej.:

a) Juan Manuel come bien cada día.
b) Mis abuelos son de Rumania.

2.1.2.4.- Complemento del nombre o término:

La función del complemento del nombre o término consiste en una función representada por un nombre que complementa a otro nombre, complementación que debe siempre ser introducida por una preposición, como a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras. Ej.:

a) Me gusta el flan con crema.
b) Las camisas a cuadros son las que más me gustan.
c) La sal para hipertensos tiene gusto a metal.
d) La mermelada sin azúcar ya es una moda.

El complemento del nombre o término también puede hacer referencia y completar un adjetivo referido a un nombre. Ej.:

a) El pantalón es corto de talle.
b) Susana es ingeniera agrícola de la Universidad de Chapingo.
c) Alfredo es un artista en la cocina.
d) Esa nena es chueca de piernas.

2.1.2.5.- La aposición:

La aposición consiste en un sustantivo que complementa a otro sustantivo al que va apuesto. Nunca lleva preposición. Existen, además, dos clases de aposiciones, la especificativa y la explicativa. La aposición especificativa es la que determina y precisa el significado del sustantivo al que complementa. Este sustantivo apuesto va unido al otro sustantivo sin pausa de entonación ni comas en la escritura, y su supresión altera el significado. Por ej.: Vivo en la zona de Wilde provincia. Por su parte, la aposición explicativa sirve para añadir al sustantivo una explicación que únicamente añade una referencia que en caso de ser suprimida no alteraría el conjunto del significado. Se escribe separada por comas y requiere pausa en la lectura o entonación. Ej.: Buenos Aires, Capital de Argentina, tiene hermosas calles céntricas.

2.1.2.6.- El vocativo:

El vocativo, en realidad, es una forma que se utiliza con valor apelativo o exclamativo. Puede aparecer dentro de un contexto oracional o fuera de él.

a) Víctor, avísame si viajas.
b) ¡Señora!!!

2.1.2.7.- El complemento agente:

El complemento agente es aquél que designa quién es el agente de la acción expresada en las oraciones pasivas.

a) La niña fue picada por la araña.
b) Cyrano de Bergerac fue escrito por Maurice Rostand.

Por la araña y por Maurice Rostand no son solamente el complemento agente de las oraciones pasivas arriba señaladas, sino que a la vez son el sujeto lógico de la acción expresada. Este tipo de complemento, suele ir introducido por la preposición por, más en algunos casos, usualmente con verbos que indican conocimiento, se puede usar la preposición de. Por ej.:

a) Éste diario es leído por todos.
b) El caso es conocido de todos.

2.1.2.8.- El predicativo objetivo:

El predicativo objetivo se utiliza para denominar a los sustantivos o adjetivos que acompañan a verbos no copulativos y que como característica tienen complementar a la vez al verbo y a un sintagma nominal que funciona como sujeto o como objeto directo.

a) Nombraron a Cristian presidente. .
b) Mi tía vio a su amiga agotada.
c) Nuestros hermanos se hallan felices.

Aclaramos que éste es un atributo que funciona siempre que los verbos no sean ser y estar, y que también puede funcionar por partida doble:


a) Escogieron a Manuela directora.
o.d. p. o


Actividades:
a) Enunciar las características de las oraciones activas, de las oraciones pasivas y establecer cuáles son sus complementos. Asimismo, definirlos.

b) Enumere, clasifique y defina a los distintos tipos de Sujeto. Dé ejemplos de cada uno.

c) Sintetice en una página las principales características de cada uno de los componentes de la oración. Exponga un ejemplo de cada uno y justifique.

Objetivos:
a) Que el capacitando fije y reconozca de manera gradual las diferencias entre las oraciones activas y las oraciones pasivas, y los complementos de cada una de ellas.

b) Que el capacitando aprehenda y reconozca los diversos complementos de la Oración.


3.- Construcciones endocéntricas y exocéntricas:

Las construcciones endocéntricas son aquéllas en las que no hay interdependencia entre sus constituyentes. En cambio, en las construcciones exocéntricas de subordinante más término, hay interdependencia: uno presupone la existencia del otro. El ejemplo más claro de construcción exocéntrica es la de una oración con sujeto y predicado, pues se da interdependencia entre ambos constituyentes de la oración. Por ej.:

1)
P.V.S SS
[Perfumes y lociones usaba la jovencita. ] Oración simple bimembre. Voz activa.
N nc n nv a n
O.d.
Construcción endocéntrica
coordinativa
(no hay interdependencia entre constituyentes)
construcción exocéntrica de sujeto y predicado
2)
S.C PVS
[Perfumes y lociones eran usados por la jovencita.] Oración simple bimembre. Voz pasiva.
n.v subordinante + término
a n
c o m p l e m e n t o a g e n t e

construcción exocéntrica
(hay interdependencia entre sus constituyentes)


3.1.- Coordinación:

La coordinativa es una construcción endocéntrica constituida por más de un núcleo. Se pueden coordinar palabras, (“la noche está fría y desierta”); se puede coordinar una palabra y una construcción (“Manuel y su perra”); podemos coordinar construcciones (“Grita de mañana y de tarde” o “Es muy buen atleta y un gran lector”); en estos dos últimos casos, coordinamos dos construcciones endocéntricas. Podemos también coordinar suboraciones: “Mayté esculpe y Laura diseña”. Como sostiene la Prof. Hilda Albano , la coordinativa es una construcción endocéntrica constituida por más de un núcleo, y los constituyentes inmediatos de la construcción coordinativa cumplen función sintáctica equivalente. Esos constituyentes pueden ser palabras, palabras y construcciones, construcciones o suboraciones.



3.1.1.-Tipos de enlaces:

3.1.1.1.- La coordinación puede ser por yuxtaposición o bien por medio de un conector de coordinación.

En el enlace por yuxtaposición (juntura, o coma) no hay interdependencia entre los constituyentes, por lo tanto, se encuentran en relación de constelación.
PVS SS
Ej.: Dulces, caramelos, chupetines comían los niños.
n n n nv a n
o.d.

En la relación de constelación los elementos coexisten sin presuponerse.

Según la cantidad de elementos que se coordinan, la coordinación puede ser múltiple o de dos constituyentes. Si es múltiple, puede serlo por yuxtaposición, o ser copulativa o disyuntiva. Si es de dos constituyentes, puede ser adversativa o consecutiva.

La coordinación por yuxtaposición es aquélla que se halla entre junturas (comas). El nexo coordinante copulativo es la ‘y’ o ‘e’ (ya que no puedo decir “mi hermana y Irma”, sino “mi hermana e Irma”).

En el caso de: “Dulces, caramelos y chupetines…” tenemos una coordinación sindética, ya que el segundo y tercer elementos de la oración están unidos por el ‘y’, siendo solamente dos términos unidos por este conector. En cambio, al decir: “Dulces, caramelos, chupetines…”, la coordinación es polisindética; este uso de la coordinación, en palabras de la Prof. Hilda Albano, puede producir estilísticamente un realce de la expresión, destacando cada uno de los núcleos que conforman la expresión.

La coordinación simétrica se da en: “Dulces, caramelos, chupetines comían los niños”, ya que puedo invertir el orden de los núcleos que conforman la endocéntrica coordinativa, y decir ‘Caramelos, chupetines, dulces…’. Como no altera el ‘dictum’ de la oración, la coordinación es simétrica. Pero si decimos: “Se cayó y se esguinzó el tobillo”, ya no será una coordinación simétrica, puesto que aquí no podemos alterar el orden de los constituyentes sin que se produzca una agramaticalidad en el ‘dictum’ de la oración. No podemos decir ‘se esguinzó el tobillo y se cayó’ sin cambiar el significado total de la oración, y hay una relación de causa/consecuencia dada por un orden en la realización de los hechos. Entonces decimos que es una coordinativa asimétrica, ya que no se puede alterar el orden de los constituyentes.

Otro coordinante que podemos mencionar es ‘ni’.

Suj. Tácito PVC
Ej.: [“Ni viene ni llama por teléfono”.] OSB
Nc nv nc nv subordinante término
Circ. de modo

En esta oración tenemos una endocéntrica coordinativa verbal. El primer ‘ni’ funciona como enlace extraoracional. El segundo como conector copulativo restrictivo.

El coordinante copulativo ‘más’ es más bien restringido (puedo decir ‘dos más dos’ y ‘dos y dos’).

Además de ‘y’ e ‘ni’, otro tipo de coordinación múltiple es la disyuntiva, ‘o’, con su variable alomórfica ‘u’, ya que no puedo decir ‘perro o oso’ sino ‘perro u oso’. Es, al igual que las anteriores, una coordinación de carácter múltiple. Dentro de esa coordinación múltiple de la disyuntiva, hay tres tipos de disyunción:

a) El coordinante puede ser inconmutable; es decir, que no se puede cambiar por medio de otro conector de coordinación. Ej.: ¿Pagaste con crédito o con efectivo? En este ejemplo estoy haciendo una opción, según la cual tengo que elegir la primera o la segunda.
b) El coordinante puede ser conmutable, como en el caso de una equivalencia: Tomo vino o jugo de uvas fermentado.
o sea
es decir
Aquí la primera y la segunda opción refieren al mismo objeto, por lo que son conmutables. De modo que, en este caso el ‘o’ es conmutable por ‘o sea’ o por ‘es decir’.
c) El coordinante puede ser conmutable copulativa- disyuntiva. “En este campo o en el de al lado las vacas pastan.” Es decir, ‘En este campo y también en el de al lado…’. El nexo disyuntivo ‘o’ puedo reemplazarlo por el nexo copulativo ‘y’.

Además de los coordinantes ya vistos, existen también los copulativos discontinuos, del tipo ‘no solo… sino también’.


Suj. Tácito PVC
[No sólo lee sino también narra las historias] OSB
n.c. nv n.c. nv o.d.
discontinuo discontinuo

Otros ejemplos de nexos coordinantes discontinuos son: ‘tanto…como…’ (“Come tanto verdura como fruta”). Ahora, si decimos:

O. unimemebre SS PVS
[“O (llueve) o (las cosechas se pierden)”] OCC
enlace a n nv
extraoracional

Oración compleja / Construcción endocéntrica coordinativa

Vemos dos suboraciones unidas por el nexo coordinante disyuntivo, lo que nos da una construcción endocéntrica coordinativa, y su coordinación es múltiple e inconmutable, puesto que no puedo reemplazar ‘o’ por ‘es decir’, ni tampoco por ‘y’, que sería la disyuntiva- copulativa. Tampoco se puede alterar el orden de los constituyentes, por lo tanto se trata de una coordinación asimétrica.


De esta manera hemos visto hemos visto los tres modos de coordinación múltiple: yuxtaposición, copulativa y disyuntiva. Pero además de la múltiple, hay otra clase de coordinación: la de dos constituyentes. Dentro de la de dos constituyentes tenemos, por un lado, la adversativa, y por otro, la consecutiva. A su vez, dentro de la adversativa podemos apreciar dos tipos: la restrictiva o no correlativa de negación y la exclusiva o correlativa de negación. Por ej.:

a) Adversativa no correlativa de negación, o restrictiva: “No es malo, pero gritón”. Aquí coordino ‘malo’ con gritón’; si digo: “El día está cálido, pero frío”, estoy coordinando cálido con frío. En ambos casos afirmamos el primer constituyente, y también afirmamos el segundo. Nada más que el segundo constituyente aparece como una restricción que hacemos con respecto al primer constituyente. Lo que debemos tener en claro es que en la restrictiva o no correlativa de negación se afirman los dos constituyentes, y el segundo aparece como una restricción que le hace al primero.

Otro ejemplo: Si dijéramos: “No es malo, sino gritón” tendríamos que el ‘sino’ coordina ‘malo’ y ‘gritón’, pero lo hace excluyendo al primer constituyente y afirmando el segundo. Porque se excluye el primer constituyente de la coordinativa, dentro del primer constituyente debe aparecer un elemento con valor [+ negación].

b) Si dijéramos: “Nada le importa, sino su dinero”, en el primer constituyente aparece un elemento con valor [+ negación] (“nada”). Ese pronombre con valor de negación puede desaparecer si aparece inmediatamente antes de ‘sino’. Por ej.:

“No quiere (0) sino su dinero”.
1 Nc
“nada”

Así tendríamos que el ‘sino’ está coordinando el segundo elemento con un cero, ya que el primer constituyente no aparece. Y no aparece por que ‘nada’ es un pronombre indefinido con valor de negación. Un ejemplo que da la Prof. Hilda Albano es : “No lee nada sino la Biblia.” De esta manera, siempre aparece primero un elemento con valor negativo en el primer constituyente de la coordinativa, y segundo, puede no estar explícito el primer constituyente de la coordinativa con ‘sino’, cuando ese constituyente es un pronombre indefinido con valor de negación. Esta es la adversativa correlativa de negación, o exclusiva.

La primera característica de los coordinantes es que van en posición fija entre los constituyentes. La segunda característica es que no se pueden acumular (no pueden aparecer dos coordinantes juntos).

La coordinación consecutiva tiene como nexos coordinantes ‘por lo tanto’, así que’, ‘por consiguiente’, ‘pues’, ‘en consecuencia’, ‘luego’ (éste último sin valor temporal).

3.1.1.2.- Cuasicoordinantes:

Funcionan ‘a la manera de’ coordinantes. Por ej.:

SC PVS
Todos, excepto Cristina, fueron a misa.
N ncc n nv sub + término
Circ. de lugar

Es posible, dentro de este sujeto compuesto, cuyos núcleos son ‘todos’ y ‘Cristina’, invertir el sujeto y decir: “Excepto Cristina, todos fueron a misa”. También puedo decir: “Todos fueron a misa, excepto Cristina”. El que se desplaza es el segundo núcleo, pero se desplaza junto con el ‘excepto’ (que también podría ser: ‘salvo’, incluso’ e ‘inclusive’). La diferencia del coordinante con el cuasi-coordinante es que el primero tiene posición fija. El cuasicoordinante puede desplazarse en bloque con el segundo constituyente de la coordinativa, y ese desplazamiento puede ser hacia delante o hacia atrás. ¿Salvo’ y ‘excepto’ tienen valor adversativo; ‘incluso’ e ‘inclusive’ tienen valor copulativo.

Si dijera:

Todos, y también Cristina, fueron a misa.

El elemento que coordina los constituyentes es la ‘y’ pero aparece el ‘también’, que también tiene valor de adición; por lo tanto, ‘también’ está reforzando el valor del coordinante, por lo que es un reforzador de la coordinación.

Otro ejemplo:

Todos, pero también Cristina, fueron a misa.


Pero es un coordinante adversativo. Junto al pero tenemos al ‘también’, que tiene valor aditivo. ‘También’ matiza a ‘pero’, es un matizador. Hay, en cada caso, dos elementos entre los núcleos. De los dos, el nexo coordinante es el primero, y el segundo refuerza el valor del nexo coordinante si tiene el mismo valor, mientras que lo matiza si tiene un valor distinto. Otro cuasicoordinante es: ‘sin embargo’.

Los reforzadores y matizadores se desplazan, pero sólo dentro del segundo constituyente de la coordinativa, y un mismo elemento puede ser reforzador o matizador.

Los valores de los reforzadores y matizadores desde el punto de vista semántico, son:

a) Copulativos: ‘además’, ‘también’, ‘asimismo’, ‘tampoco’.
b) Adversativos: ‘sin embargo’, ‘no obstante’, ‘en cambio’.
c) Consecutivos: ‘por tanto’, ‘por lo tanto’, ‘en consecuencia’, ‘por consiguiente’, ‘entonces’ ‘así’.

Estos conectores pueden aparecer en una construcción exocéntrica de dos suboraciones, como matizadores de la yuxtaposición. Por ej.:

O.U. PVS Suj. tácito
[(Está caluroso), por lo tanto, (no iré a pasear.)] OCC
matizador


3.1.1.3.- Coordinantes correlativos:

Tienen carácter copulativo, ya vistos más arriba. (No sólo…sino también…”; “…tanto…como”):


Construcciones distributivas o realce distributivo:

Realza cada uno de los elementos que se coordina, los cuales cumplen la misma función sintáctica. Ej:

PVS Suj. tácito
[(Come constantemente, ya por hambre, ya por angustia.)] OSB
nv c.m. c. causa c. causa

Otros casos de realce distribituvo son: ‘Bien…bien…’, ‘Uno…otro…’, ‘estos…aquellos…’, ‘cerca…lejos…’, ‘acá….allá…’.

El realce distributivo también se puede dar entre oraciones. Por ej.:

“Este es un hecho de la literatura –dijo uno. Este es un hecho de la filosofía - respondió otro”.

Así, las oraciones quedan como coordinadas, relacionadas. Son valores estilísticos en relación con la coordinación.

También puede darse el caso de la coordinación en la subordinación. Por ej.:


PVS SS
[(Mientras acá desborda la opulencia), allá perdura la pobreza.] OSB
circ. de cantidad (p.i.adv.) c.l nv a n


3.1.1.4.-Elipsis en la coordinación:

SS PVS
[(El puede cantar y también puede componer letras.)] OSB
n n (fv) nc re- nv o.d.
forzador

En esta oración hay un predicado verbal compuesto con dos frases verbales (‘puede cantar’ y ‘puede componer’). Esos dos núcleos del predicado verbal compuesto conforman una coordinativa mediante el nexo copulativo ‘y’, mientras que ‘también’ es un reforzador.

Podríamos parafrasear esta oración por : “El puede cantar y también componer letras”. Ahí elidimos el ‘puede’.

Decimos que hay elipsis cuando podemos reponer un elemento presente en un contexto lingüístico.

Otro ejemplo de elipsis: “Fue cocinera por obligación pero literata por vocación.” Diríamos entonces: “Fue cocinera por obligación pero (fue) literata por vocación”. Sólo podemos hablar de elipsis cuando podemos reponer un elemento presente en el contexto lingüístico.

Actividades:

a) Establecer las diferencias entre las construcciones endocéntricas y las construcciones exocéntricas.
b) ¿Cuáles son los tipos de coordinación que se pueden dar en una oración? Definirlos.
c) Enunciar las características de los coordinantes.
d) Enunciar las características de los cuasi-coordinantes.
e) Enunciar las características de los reforzadores. Ejemplificar su funcionamiento en una oración.
f) Enunciar las características de los matizadores. Ejemplificar su funcionamiento en una oración.
g) Dé ejemplos de construcciones distributivas:
- dentro de una misma oración.
- en una suboración
- entre oraciones.

Objetivos:
a) Que el capacitando integre gradualmente el conocimiento sintáctico-gramatical adquirido.

4.- Jerarquía de las funciones sintácticas:

En este capítulo veremos los niveles que subsisten en el análisis sintáctico.
1) Oración simple y jerarquías de funciones.
La oración simple de sujeto y predicado es el contexto máximo en donde pueden aparecer todas las funciones.

SS PVS
Valeria toma mucho jugo de frutas durante el verano.
N nv c.cant. n sub. + térm circ. tiempo
o.d.

Las funciones de determinar si la oración es bimembre o unimembre y de determinar los modificadores del predicado son funciones específicas. Se llaman funciones específicas porque están en un orden fijo. Es de esta manera que tenemos:

a) Primer grado de análisis: Si es bimembre o unimembre.Si es bimembre podemos tener dos miembros de paralelas o una construcción de sujeto y predicado.
b) Segundo grado de análisis: es el análisis del predicado verbal; es decir, el análisis del verbo y sus modificadores.

Estos dos grados de análisis son funciones específicas y se dan siempre en este orden. Otro nombre que reciben es funciones de grados superiores.

Dentro de los modificadores del predicado hay núcleos, atributos, subordinantes, términos. Son funciones de grados inferiores, ya que pueden repetirse varias veces, y pueden estar presentes o no. A partir del segundo grado de análisis, sólo tenemos funciones de grados inferiores. Así encontramos núcleo-núcleo, núcleo y atributo, subordinante y término y subordinante y aposición .

4.1.-Oración Compleja:

¿Cuándo determinamos que una oración es compleja? Este es el grado previo del análisis. Previo al análisis de las jerarquías sintácticas debemos determinar si una oración es simple o compleja. En caso de ser compleja, debemos determinar si las oraciones se encuentran en relación de coordinación o de adjunción. Así, si una oración es compleja debemos además determinar qué tipo de oración compleja es. Por ej.:

OSB [(Valeria come las uvas (que Cristian no quiere comer))].
N nv o.d. (proposición incluida sustantiva)

PVS SS PVS
(que Cristian no quiere comer)
o.d. n c. n.v.
negación

Podemos reemplazar “que Cristian no quiere comer” por “uvas poco gustosas”, “uvas desagradables para Cristian”. Como no podemos analizar esta estructura debemos volver al primer grado de análisis, y es por esto mismo que ésta es una estructura recursiva. Las proposiciones incluidas son estructuras recursivas, estructuras en donde se vuelve al primer grado del análisis y se empieza otra vez con el análisis.

4.1.1- Las proposiciones incluidas:

Pueden funcionar como sustantivos, adjetivos o adverbios.
Por otra parte, hay también otra estructura recursiva, pero esta vez de segundo grado: la construcción endocéntrica de participio.
SS PVS
[(La pared (arreglada por Yayo), quedó increíble)].
A n a nv c. modo



(arreglada por Yayo)
n sub.+ térm
complemento agente
construcción endocéntrica de participio

Las construcciones endocéntricas de participio son estructuras recursivas de segundo grado, porque se vuelve al segundo grado del análisis ya que no podemos encontrar un sujeto. El sujeto en este caso: ¿cuál sería? La pared.

4.1.2.- Los infinitivos, los participios y los gerundios:
Los infinitivos y los gerundios: ¿forman construcciones endocéntricas verboidales o construcciones incluidas recursivas de primer grado en las cuales podemos ubicar un sujeto? Veremos un ejemplo de la Dra. Kovacci:
SS PVS
[(El niño, (educado por sus tíos), creció alegremente]).
A n a nv c. modo
Prop. Incluida adjetiva

Esto, al decir de la Dra. Kovacci, es una proposición incluida de participio, no una construcción endocéntrica verboidal. La diferencia entre una construcción endocéntrica verboidal y una proposición incluida radica en la juntura (coma). Así, cuando hay juntura, consideraremos al participio como una construcción incluida, y en el caso de que no haya juntura, una construcción endocéntrica verboidal.

PVS
(Educado por sus tíos)
nv sub. + término
a n
complemento agente

En esta construcción tenemos un sujeto tácito con un predicado verboidal y un complemento agente.

De esta manera, si tenemos una proposición incluida en uno de los grados inferiores, esta estructura remite al primer grado de análisis.

O

B U

Sujeto /Predicado Construcción paralela

Núcleo y Núcleo Núcleo y modificador

Núcleo y atributo (el atributo vuelve a O, el primer grado del análisis, en caso de ser una construcción incluida).

O bien puede aparecer una estructura recursiva de segundo grado, es decir, una construcción endocéntrica verboidal.


4.1.3.-Las proposiciones incluidas, dijimos, pueden funcionar como sustantivos, adjetivos y/o adverbios. Cuando funcionan como adjetivos, serán proposiciones adjetivas; cuando funcionen como sustantivos, serán proposiciones sustantivas y cuando funcionen como adverbios, serán proposiciones adverbiales.

La articulación de las proposiciones incluidas puede ser con encabezador o sin encabezador. Aquellas proposiciones incluidas con encabezador, estarán encabezadas por relacionantes e incluyentes.

Un relacionante es una clase de palabra que cumple dos funciones: Incluir la proposición en la estructura mayor y la de tener una función dentro del texto. Por lo general los relacionantes son pronombres relativos. Por ej.:

SS PVS
El libro (que me prestó) es interesante.
A n p.i.adjetiva nv pred. subjetivo

PVS
(Que me prestó)
o.d. o.i nv

Entonces, “el libro que me prestó” es sujeto. “Es interesante” es predicado. En el sujeto tenemos un atributo, un núcleo, y otro atributo que es la proposición. La clase de palabras que puede funcionar como atributo es el adjetivo, por lo que tenemos una proposición adjetiva.

El ‘que’: ¿es un relacionante o un incluyente? Se trata de un relacionante porque tiene una relación con una palabra que llamamos antecedente. Ese antecedente que es el núcleo del sujeto, de alguna manera, vuelve a ser mencionado en el pronombre relativo. Cuando queremos averiguar si el pronombre relativo tiene una funci+on y cuál es, tenemos que sacarla a través del antecedente.

Bajamos la proposición. Tenemos un sujeto tácito, un predicado con un verbo núcleo (“prestó), Objeto indirecto (“me”) y un objeto directo (“que”). De esta manera comprobamos que el 2que2 tiene dos funciones dentro de una oración, la de ser objeto directo y la de incluir una oración dentro de una estructura mayor.

Las proposiciones adjetivas siempre van a estar encabezadas por un relacionante, y algunas no tienen encabezador. El incluyente no cumple otra función en la proposición que incluirla dentro de una estructura mayor.

Relacionantes:
Que, quien, donde, como, cuando, porque, pues, ya que, puesto que, según, conforme, siempre que, mientras, hoy que, ahora que, según, en tanto que, al tiempo que.

Incluyentes: después que, apenas, cuando, antes que, luego que, no bien, una vez (que), en cuanto, conforme, si, siempre que, con tal que, como.

En cuanto a las proposiciones adverbiales, pueden ser:
1) de lugar: se articulan con el encabezador ‘donde’. Cumplen funciones de predicado, circunstancial, apósito de adverbio y término de complemento.
2) de tiempo: pueden funcionar con encabezador o sin encabezador. Si tienen encabezador, poseen entonces un relacionante (con tiempo coincidente (cuando, siempre que, mientras, hoy que, etc.)). Si poseen un incluyente, tienen tiempo no coincidente. (después que, apenas, antes que, cuando, luego que, no bien, etc.) Sin encabezador, pueden ser de gerundio, absolutas de participio, unimembre impersonal o con hacer. Cumplen funciones de predicado, circunstancial, apósito de adverbio y término de complemento.
3) de modo: con encabezador relacionante, funcionan: como, cual, según, conforme. Sin encabezador, funcionan el gerundio, las absolutas (de sujeto y predicado no verbal, excepto infinitivo) o el caso de con más término. Cumplen funciones de circunstancial y de apósito de adverbio.
4) de cantidad: con encabezador relacionante, se reconocen a partir de ‘cuanto’ y ‘como’. Cumplen funciones de circunstancial y de apósito de adverbio.
5) de causa: con encabezador incluyente, se reconocen por: ‘porque’, ‘pues’, ‘ya que’, ‘puesto que’, ‘como’, ‘que’. Sin encabezador funcionan como construcción verboidal de gerundio o como absoluta de participio.
6) Condicionales: Cumple las funciones de modificador del núcleo oracional. Se reconocen, con encabezador incluyente, a través de: ‘si’, ‘cuando’ , ‘siempre que’, ‘con tal que’, ‘como’. Sin encabezador son construcciones verboidales de gerundio.
7) Concesivas: Cumple funciones de modificador del núcleo oracional. Con encabezador incluyente, se reconocen a través de: ‘aunque’, ‘si bien’, ‘aun cuando’, ‘aun’. Sin encabezador se reconocen como construcciones verboidales de gerundio, periodo disyuntivo y esquema de V -relacionante- V.
8) Caso de las proposiciones consecutivas: cumplen funciones de atributo de sustantivo, atributo de adjetivo, atributo de adverbio y modificador del núcleo oracional. Su articulación es con encabezador incluyente (‘que’) precedido de intensificador (‘tanto’, ‘tal’, ‘de’, ‘un’, ‘cada’); o sin intensificador léxico.
9) Caso de la comparación: se reconocen a través del uso de contrucciones comparativas (…’tanto…’como’…) (‘mucho’) (‘más que…) (‘menos que’…), etc.

Las proposiciones incluidas sustantivas:
S.T. PVS
Ej.: [(Dijo que venía)]. O.S.B.
Nv prop. i. sustantiva
o.d.
PVS
(Que venía) PSB
incluy. Nv

En esta oración tenemos un verbo que marca un sujeto tácito y un modificador que es un objeto directo. Podemos aplicar rección: “lo dijo”. El objeto directo solo puede ser llenado por un sustantivo, por ende, esta es una construcción incluida sustantiva. Además, puedo sustituir por un pronombre en función sustantiva y decir: “dijo esto”. El ‘que’ es un incluyente, ya que no cumple dos funciones: al bajar la proposición, no lo tengo que analizar. Este ‘que’ no puede ser sujeto porque no tiene antecedente.

Las proposiciones incluidas sustantivas pueden estar encabezadas por incluyentes, relacionantes o sin encabezador.

Veamos el caso de una proposición incluida sustantiva encabezada por un relacionante:
SS PVS
[(Quien encuentre el reloj) será recompensado)]. OSB
N n.v.
Proposición i. sustantiva

SS PVS
(Quien encuentre el reloj) PSB
n nv a n
o.d.

Se trata de una oración simple bimembre. “Será recompensado” es el predicado. “Quien encuentre el reloj” es el sujeto. El sujeto está formado por la proposición. La clase de palabra que puede ser núcleo del sujeto es el sustantivo, por eso ésta es una proposición sustantiva. Al bajar la proposición, el ‘quien’ funciona como núcleo del sujeto. En este caso, entonces, es un relacionante ya que cumple dos funciones: la de incluir la oración en una estructura mayor y la de ser núcleo del sujeto de la proposición.

Otro ejemplo :
Suj. tácito PVS
[(Me preguntó (si Juan venía)]. OSB
oi nv o.d.
prop. i. Sustantiva
SS PVS
(Juan venía) PSB
N nv

Se trata de una oración bimembre simple, en donde ‘me’ es un objeto indirecto. “Si Juan venía” es un objeto directo formado por una proposición incluida sustantiva y el “si” es un incluyente que no tiene ninguna función dentro de la proposición.

Hay también otras funciones incluidas sin encabezador como las interrogativas y exclamativas indirectas. Por ej.:
S. tácito PVS
[(Me preguntó (quiénes venían.)] OSB
oi nv od
p.i.sustantiva
SS PVS
(quiénes venían) PSB
n nv

El ‘quiénes’ no es un relacionante, es un pronombre interrogativo. Todos los pronombres interrogativos y exclamativos aparecen acentuados y el verbo de la oración principal indica exclamación o pregunta. Tenemos entonces: proposición incluida sustantiva sin encabezador interrogativa o exclamativa indirecta.



4.1.4.- Proposiciones de infinitivo, gerundio y participio (absolutos o conjuntos):

Cuando se trate de proposiciones de infinitivo serán sustantivas, las de gerundio serán adverbiales y las de participio serán adjetivas o adverbiales.
La distinción entre absoluto o conjunto reside en:
El gerundio, participio y el infinitivo conjunto tienen un sujeto propio expresado en la oración, que además tiene relación con el resto de la oración. ‘Absoluto’ significa que el infinitivo, el gerundio y el participio tienen un sujeto propio que no es el mismo del de la oración principal, no se deduce del contexto ni tiene conexiones con el resto de la oración. La estructura que está entre junturas, de alguna manera está separada del resto de la oración. Por ej.:
PVS SS
[( Al llegar la noche), comenzaron a llegar mis invitados.)] OSB
sub.+término
p.i. adverbial n.v. a n
circ. de tiempo

PVS SS
(llegar la noche) PSB
nv a n

En esta oración, ejemplo de proposición incluida adverbial, tenemos un subordinante y un término que tiene un núcleo que es un proposición sin encabezador absoluta de infinitivo.


Actividades:
a) Establecer los grados de análisis en el Análisis Sintáctico. Fundamentar.
b) ¿Cómo se forma una construcción endocéntrica de participio? Ejemplificar.
c) ¿Cuál es la diferencia entre una construcción endocéntrica verboidal y una proposición incluida de participio? ¿Qué nombre recibe? Ejemplificar.
d) ¿Qué funciones pueden cumplir las proposiciones incluidas? Ejemplificar.
e) ¿Cuándo un ‘que’ es relacionante? ¿Cuándo funciona como incluyente?
f) De un ejemplo de proposición adverbial. Analícela y justifique.
g) Dé un ejemplo de construcción condicional. Analícela y justifique.
h) Dé un ejemplo de construcción concesiva. Analícela y justifique.
i) ¿Cómo funcionan las construcciones de infinitivo? ¿Las de gerundio? ¿Las de participio? ¿Qué quieren decir ‘absolutos’ o ‘conjuntos’?
j) De acuerdo con lo visto en los capítulos 1, 2, y 3, analice el siguiente texto de Roland Barthes fragmentándolo con corchetes entre oraciones.

[Históricamente, el discurso de la ausencia lo pronuncia la mujer: la Mujer es sedentaria, el Hombre es cazador, viajero; la Mujer es fiel (espera), el Hombre es rondador (navega, rúa).] Es la Mujer quien da forma a la ausencia, quien elabora su ficción, puesto que tiene tiempo para ello; teje y canta; las Hilanderas, los Cantos de tejedoras dicen a la vez la inmovilidad (por el ronroneo del Torno de hilar) y la ausencia (a lo lejos, ritmos de viaje, marejadas, cabalgatas). Se sigue de ello que en todo hombre que dice la ausencia del otro, lo femenino se declara: este hombre que espera y que sufre, está milagrosamente feminizado. Un hombre no está feminizado porque sea invertido, sino por estar enamorado. (Mito y utopía: el origen ha pertenecido, el porvenir pertenecerá a los sujetos en quienes existe lo femenino.)

Objetivos:
a) Que el capacitando intensifique el conocimiento y aplicación del análisis sintáctico.
b) Que el capacitando reconozca de manera profunda las funciones sintácticas de los elementos léxicos y de las construcciones en una oración.


5.- La frase verbal

Existen los verbos llamados “verbos libres” y “verbos ligados” . Los verbos libres son aquéllos que no precisan de modificadores del verbo de manera obligatoria, por ej., “correr”. “Juan corrió”. Su significación es gramatical y completa en sí misma sin los modificadores del predicado, que sí son necesarios y obligatorios en los verbos ligados, ya que, de carecer de los modificadores del verbo, son agramaticales, por ej.: “César está”, “Estoy”. Los verbos ser, estar y otros verbos copulativos se comportan como verbos ligados, ya que requieren sí o sí de los modificadores del verbo.

En lo que refiere a la frase verbal, existen dos pruebas sintácticas que nos van a servir para caracterizarla. Esas pruebas sintácticas son: la conmutación léxica y la conmutación estructural. La conmutación léxica consiste en la capacidad de reemplazo de un término por otro en una oración, por ej.: “César es chofer” por “César es sacerdote”. Cambio un sustantivo por otro, efectuando sólo un cambio a nivel léxico.

En cambio, si conmutamos “César es sacerdote” por “César es lo que todos esperábamos”, estoy cambiando un sustantivo por una proposición incluida sustantiva. Este es el caso de conmutación estructural.

Vamos a ver ahora un primer grupo de verbos que admiten la conmutación léxica y la conmutación estructural de su modificador, pero sólo del término de su modificador. Son los verbos que tienen complemento régimen. ¿Qué es el complemento régimen? Un complemento régimen es un tipo de verbo que exige una preposición que condiciona el modificador o construcción proposicional que le sigue. Por ej.: ‘abusar de’ (Cristina abusa de la paciencia de su madre). Así, el complemento que acompaña a un verbo está encabezado siempre por la misma proposición. Y se admite conmutación léxica y estructural sólo en el término, tras el subordinante. Así: Cristina abusa de la paciencia de su padre; Cristina abusa de mi paciencia. Este es el caso de los complemento régimen.

Después tenemos un tipo de verbos que no admiten, para sus modificadores, ni conmutación léxica ni conmutación estructural. Es el caso de las locuciones verbales o frases hechas. Por ej., tener el Jesús en la boca, estar sobre ascuas, lavarse las manos, romper el hielo, etc. Toda la expresión (el verbo más su modificador en su conjunto) tiene un contenido semántico tal que no admite la conmutación léxica ni la estructural.

Por último, tenemos el caso de las frases verbales, que admiten conmutación léxica, pero no estructural. Hay tres tipos de frases: la frase verbal pasiva (que se forma con el verbo ‘ser’ más el participio en voz activa), los tiempos compuestos (que se forman con el verbo haber más participio), y las frases verbales de infinitivo y de gerundio. Por ej.:


[Comenzó a dormir a las tres de la tarde.]
n (fv)

A las frases verbales las reconocemos porque admiten conmutación léxica pero no estructural. No podemos olvidar las frases verbales modales; se llaman modales porque tienen relación con la modalidad de la oración. Están formadas por el verbo ‘soler’, ‘poder’, (las frases verbales con ‘poder’ pueden ser modales o hipotéticas). Si decimos: “puede comer solo (porque ya tiene 10 años )” estoy indicando una modalidad, pero también puedo indicar posibilidad si digo: “Puede ser que llueva” o “puede ser que venga”. Por otra parte, tenemos a la frase verbal pasiva prospectiva (“ir a + infinitivo) (“ir a comer”, “ir a bailar”, etc.).


Actividades:
a) ¿Qué son los ‘verbos libres’ y qué los ‘verbos ligados’? Dé dos ejemplos de cada uno.
b) ¿Cuáles son las pruebas sintácticas que sirven para caracterizar la frase verbal? Expláyese.
c) Enumere las distintas clases de verbos que trata este capítulo, y su relación con la conmutación léxica y la estructural. Ejemplifique.
d) De acuerdo con lo visto hasta este punto, analice el siguiente texto:

[“Como hacía un calor de 33 grados, el bulevard estaba completamente desierto.] Más abajo, el canal Saint- Martin, cerrado por las dos represas, ostentaba en línea recta su agua de color de tinta. Había en el centro una barcaza llena de leña, y en la orilla dos hileras de toneles.

Más allá del canal, entre las casas separadas por astilleros, el extenso cielo sereno se recortaba en placas de lapislázuli y, bajo la reverberación del sol, los techos de pizarra y los muelles de granito deslumbraban. Un rumor confuso se elevaba lo lejos en la atmósfera tibia, y todo parecía adormecido por la ociosidad del domingo y la tristeza de los días de estío. ”

Objetivos:

a) Que el capacitando integre todos los conocimientos relativos a la Sintaxis y al Análisis sintáctico.










6. Los verbos y su conjugación

6.1.- Significado y uso de los tiempos del modo Indicativo

Presente: El presente es un tiempo absoluto que denota coincidencia de la acción con el momento en que hablamos. Dentro del presente encontramos diversos usos, como:

a) El presente habitual: Escribo una carta; El niño duerme. Se refiere a actos discontinuos que pueden producirse o no en el acto de habla, pero que han ocurrido antes y que lo harán después.
b) El presente histórico: En éste narramos hechos pasados actualizándolos en nuestra mente y en la de nuestro interlocutor o lector. Por ej.: La gran crisis implosiva argentina se da en 2001, con el presidente De la Rúa.
c) El presente con valor de futuro, se suele usar cuando enunciamos acciones venideras: El domingo vamos al cine (por <>). Elisa se casa (por <>).
d) El presente de mandato funciona como el imperativo: Vas a la calle y me pagas las cuentas. De esta manera también adquiere significado de futuro.
e) El presente de indicativo también es utilizado para enunciar verdades intemporales: Más vale pájaro en mano que cien volando; Al que madruga, Dios lo ayuda; La suma de los ángulos de un triángulo es igual a dos rectos.

Pretérito imperfecto: Es un tiempo relativo que expresa una acción pasada cuyo principio y fin no se tienen en cuenta. Posee una gran amplitud temporal y se emplea mucho en narraciones. Cada mañana paseaba con gran alegría.

Pretérito perfecto simple: Es un tiempo pasado, absoluto y perfecto. ¿Por qué “perfecto”? Porque se trata de un tiempo acabado que tiene un principio no conocido, pero sí la acción, y un fin bien marcado por el verbo. Fui a cenar; Me compré un gato siamés. Víctor lloró su muerte.

Pretérito pluscuamperfecto: Hace referencia a una acción acabada y perfecta, anterior a otra también pasada. ¡Elián había amado hasta la locura! Corresponde al condicional compuesto: No sabía que hubieras comprado un nuevo auto, debido al subordinante <>.

Pretérito anterior: Denota acción pasada inmediatamente anterior a otra también pasada: Cuando hubo terminado de comer, el soldado romano se dirigió al campo de batalla.

Futuro: Expresa acción venidera y absoluta. En el futuro encontramos:

a) Futuro de mandato: Volverás a la escuela y no faltarás más. No matarás.
b) Futuro de probabilidad: En éste expresamos suposición, conjetura o vacilación referidas al presente: Serán las tres de la tarde; Estará contenta con su nueva casa. ¿Estará enfadado? ¡Será inconsciente!
c) En oraciones condicionales: Si vienes, te esperaré.
d) Futuro perfecto: Denota una acción venidera anterior a otra también venidera. Por ej.: Cuando vuelvas habremos terminado el trabajo.
e) Condicional: El romance formó este tiempo por aglutinación del infinitivo con el imperfecto contracto del verbo haber: amar hía (amaría) . Expresa acción futura en relación con el pasado, el que le sirve de punto de partida: Dijo que volvería en una hora, Sostuvo que quería cambiarse la camisa. Cuando en la oración simple o compuesta decimos: Yo escribiría, ustedes leerían, enunciamos una hipótesis o proposición algo condicionada y siempre venidera, como en: ¡Me encantaría disfrutar un poco más de este viaje, de manera que pasaría menos tiempo rezongando!

Con verbos modales, como poder, deber, saber, querer, el condicional es permutable por el imperfecto de subjuntivo en –ra, e incluso en el imperfecto de indicativo . Ejemplo: Antes de comer, el niño debería (o debiera) lavarse muy bien las manos.

El condicional se emplea también como expresión de cortesía cuando realizamos una pregunta o un ruego, o manifestamos un deseo: Me gustaría verte otra vez. Quería pedirte un favor; Deseaba hablar contigo.

Por otra parte, de acuerdo con la R.A.E. (p.475) es también propio del condicional perfecto tener el matiz de modestia o cortesía, especialmente con los verbos modales, como en: Habría (hubiera, hubiese) querido hablar con Ud. un momento.


6.2.- Modo Imperativo

Presente: Es el único tiempo que se emplea en este modo y sirve para expresar un mandato.
Posee dos formas propias: la segunda persona del singular y la segunda persona del plural. Las restantes debe tomarlas del presente de subjuntivo.

Las órdenes formuladas en forma negativa debe recurrir también al presente de subjuntivo .

6.2.1.- El aspecto: Es el morfema verbal que indica el tiempo (si ha finalizado o no, si es perfectivo o imperfectivo, en definitiva: si una acción está acabada o en proceso).

6.2.2.- La voz: Es el accidente verbal que indica la relación entre el sujeto de la oración y la acción expresada por el verbo . La voz activa muestra al sujeto como aquel realizador real de la acción del verbo: Juan compró un libro. La voz pasiva presenta al sujeto como receptor de la acción realizada por otro: Un libro ha sido comprado por Juan.

6.3.- Significado y uso de los tiempos del Subjuntivo

Sabemos que el subjuntivo es aquel modo que expresa realidad/ irrealidad. Hay que tener en cuenta que, de los nueve tiempos que corresponden al indicativo, al subjuntivo sólo corresponden cuatro, puesto que ya han caído en desuso los dos futuros.

Cuadro de correspondencia de los tiempos del modo subjuntivo con los del indicativo .
Indicativo Subjuntivo
Creo que...{viene Juan; vendrá Juan}............... ........No creo que venga Juan.
Creo que...{ha venido Juan; habrá venido Juan}.......No creo que haya venido Juan.
Creí que...{llegaba Juan; llegaría Juan; llegó Juan}..No creí que.....llegara/ llegase Juan.
No creía que...llegara/ llegase Juan.
No creo que....llegara/ llegase Juan.
Creía que..{había llegado Juan, habría llegado Juan}No creía que...hubiera/ hubiese
llegado Juan.

Dentro del subjuntivo están: el tiempo presente, el pasado y el futuro. El presente puede confundirse con un futuro, como en “No creo que venga Juan”. Por su parte, dentro del pasado podemos distinguir: a) el pretérito perfecto: No creo que haya llegado; b) el pretérito imperfecto: No creo que llegara o llegase; c) el pretérito pluscuamperfecto: No creía, o creí, que hubiera o hubiese llegado. El futuro simple de subjuntivo hoy ha quedado relegado al uso de refranes y frases hechas: “sea lo que fuere”, “a donde fueres, haz lo que vieres”, etc. Por último, el futuro perfecto se utiliza especialmente en estos días en textos legales: “Podrán exigir ... si no hubiere obtenido el beneficio de pobreza, el abono de los derechos, honorarios e indemnizaciones ”.

6.4.- Formas no personales del verbo: infinitivo, gerundio y participio

Estas tres formas no personales del verbo son consideradas verboides; esto quiere decir que tienen doble función: en el caso del infinitivo, funciona como sustantivo y como verbo; en el caso del gerundio, éste funciona como adverbio y como verbo y en el caso del participio, el mismo funciona como adjetivo y como verbo. Vamos al primero.

1) El infinitivo: al funcionar como sustantivo adquiere sus características. Así:
• posee género masculino: el cantar es liberador.
• Admite número singular y plural: tu andar, tus andares.
• Puede llevar determinante: el comer.
• Admite adjetivos: el verdadero disfrutar.
• Puede desempeñar las funciones sintácticas propias de un sustantivo:

a) Sujeto: Respirar es connatural a todos los seres vivientes.
b) Atributo: Esto es brillar.
c) Objeto directo: Añoro nuestro compartir.
d) Complemento circunstancial: Me conformo con bailar.
e) Aposición: La bebida, el beber, resulta pernicioso.

2) El infinitivo como verbo conserva las características propias del verbo.

a) Tiene forma simple y compuesta: querer, haber querido.
b) Expresa aspecto perfectivo e imperfectivo: querer, haber querido.
c) Tiene voz activa y pasiva: querer, ser querido.
d) Forma el núcleo verbal de las perífrasis de infinitivo: volver a querer.
e) Puede formar proposiciones con sujeto y complementos: Yo deseo viajar a muchos países.

El gerundio, por su parte, marca la acción en su curso y duración. Cuando funciona como adverbio, modifica directamente al verbo expresando valor circunstancial. Algunas formas de gerundio adverbial llegan a adquirir funciones de adjetivo: Estaba con la frente ardiendo. Como verbo, conserva las formas típicas del verbo:
a) puede tener forma simple y compuesta: amando, habiendo amado.
b) Indica aspecto perfectivo e imperfectivo: amando, habiendo amado.
c) Tiene forma activa y pasiva: amando, siendo amado.
d) Forma el núcleo verbal de la perífrasis de gerundio: Estoy escribiendo una novela.
e) Puede formar proposiciones con sujeto y complementos: Viendo que se estaban peleando, los separamos.

El participio es la forma no personal que funciona como verboide, y que puede adquirir los morfemas de género y de número, pero que no presenta una forma simple y otra compuesta, como el infinitivo y el gerundio . Como verbo:

a) Expresa aspecto perfectivo: Acabada la cena, me fui.
b) Es la forma verbal de proposiciones subordinadas con sujeto propio: Terminada la visita, los concurrentes comenzaron a jugar a los dados.
c) Es el núcleo verbal de los tiempos compuestos: había ido, habían terminado, habían temido.
d) Es el núcleo verbal de las formas pasivas: son escritos, son leídos, es temido.
e) Forma el núcleo verbal de la perífrasis de participio: Con esta apertura queda iniciada la sesión extraordinaria.

Como adjetivo, acompaña al nombre, con el que guarda las relaciones de concordancia propias del adjetivo: Los platos lavados están guardados.

Existe, asimismo, una serie de verbos que se caracterizan por tener dos participios, uno regular, terminado en –ado, -ido, y el otro irregular, con otra serie de terminaciones. Por ej.: absorber, absorbido, absorto; enjugar, enjugado, enjuto; poseer, poseído, poseso, entre otros.

6.5.- Perífrasis verbales:
De acuerdo con Lloréns Camp (1998), y con el Esbozo de la Gramática Española de la RAE (1973) se trata de frases verbales, formadas por la conjunción de dos verbos, y que significan una sola acción verbal: Camila rompió a llorar.

Se forman a partir del verbo conjugado, más el nexo más el verbo nuclear, que puede ser infinitivo, gerundio o participio.

Existen las :
1) Perífrasis de infinitivo
2) Perífrasis de gerundio
3) Perífrasis de participio.

1) Las perífrasis de infinitivo muestran siempre tendencia al futuro, y aspecto imperfectivo. Dentro de ellas podemos distinguir las siguientes:
• Obligativas: Indican obligación, como: haber de, haber que, tener que, tener de, debe más infinitivo.
• Incoativas: Marcan la fase inicial de una acción o proceso. A veces, expresan la fase previa anterior a la acción o proceso que significan. Ir a, pasar a, ir(se) a, ponerse a, echarse a, comenzar a, romper a más infinitivo, etc.
• Dubitativas: Expresan duda. Deber de, venir a más infinitivo.
• Reiterativas: Indican repetición de acciones o procesos. Volver a, insistir en más infinitivo.
• Perfectivas: Marcan el final de un proceso, y, a la vez, el inicio de una acción. Venir a, llegar a, acabar de, terminar de, alcanzar a, echar de más infinitivo.
• Modales: Están formados por los verbos que no han perdido, en la mayor parte de sus usos, su autonomía significativa. Querer, soler, poder, saber más infinitivo.

2) Las perífrasis de gerundio indican acciones que duran progresivamente en el tiempo. Se forman siempre con verbos en movimiento (ir, venir, andar...) pues expresan acciones que se están realizando. Las formas más frecuentes son: Ir, venir, andar, seguir, estar más gerundio.
3) Las perífrasis de participio marcan una fase final o resolutiva de la acción verbal. Tiene aspecto perfectivo. Las formas más frecuentes que presentan son: Tener, traer, llevar, dejar, quedar, estar más participio.
En este tipo de construcciones el participio mantiene la relación de concordancia con el objeto directo: Juan dejó abandonado el libro.


Actividades:

a) ¿Cuáles son los tiempos del modo indicativo? Ejemplificar.
b) ¿En qué consiste el aspecto?
c) ¿Qué es la voz?
d) ¿Cuáles son los tiempos del modo subjuntivo? Ejemplificar.
e) ¿Cómo se comportan las formas no personales del verbo?
f) Dé seis ejemplos de perífrasis verbales.

Objetivos:

a) Que el capacitando reconozca y memorice los tiempos verbales y los aspectos que los componen.






Módulo II

En el presente apartado veremos qué es la Redacción, y algunos elementos de la Semántica del texto, que forman parte de los estudios semiológicos o del signo lingüístico, cuyo precursor fuera Ferdinand de Saussure, hacia 1917, con su Curso de Lingüística General. El paratexto, los modos de citación bibliográfica [Eco, Umberto, (1999)], hasta el análisis de los diversos géneros narrativos son vistos en profundidad en este segundo módulo.

7.- ¿Qué es redactar?

“Planear significa elegir, definir opciones frente al futuro, pero también significa proveer los medios para alcanzarlo (…). ” Charles Hummel.

Antes que nada, es preciso señalar que para escribir bien se debe, también, leer bien. No existe una buena escritura sin una previa lectura de algunos de los textos clásicos (en la materia a que haga referencia la necesidad de escritura) y, por qué no, de literatura. La concentración requerida para la captación ortográfica y de sentido, el hecho de navegar un texto y desentrañarlo, desmenuzarlo, no es tarea fácil para mentes no entrenadas. En principio –como decía- para leer bien hay que dar a la lectura de clásicos (antiguos, contemporáneos, consagrados por la Academia o no, pero no libros chatarra, que pueden distinguirse por su redacción y contenidos pobres) y la lectura ha de entrenarse por lo menos algunas horas semanales. Una vez expresado esto, veremos la etimología de la palabra “escritura”, que procede del latín scriptio , cuando la misma era y se constituía en una suerte de acto mágico por el cual muy pocos conocían los secretos –revelados a selectos del reino o de los conventos y cofradías, inclusive hacia 1.100 D.C., en Europa, así como en los inicios de la era cristiana, cuando los escribas y sacerdotes judíos tenían, a partir de la escritura y la declamación, el poder de la profecía, de la escritura y de la lectura, en tanto que el pueblo en sí representaba a las capas inferiores, pues no leía ni escribía.

Por su parte, “palabra”, en latín, recibe los nombres de a verbum y dictum , y hacen referencia, el primero, al verbo , pues primero es el acto, la creación, e inmediatamente, o paralelo, el dictum, el contenido. La etimología de escritura en griego es lógo- grafos (escritor de prosa, historiador, compositor de discursos); lógos (palabra, dicho); poiésis (acción, creación, adopción, composición, poesía, poema), y es así que para los griegos, la poesía ocupaba un valor esencial dentro de su vida democrática , ya que ensalzaba las virtudes mitológicas de sus dioses, luchadores, soldados, doncellas, etc, y que hacían a la identidad social, cultural, política y de configuración del Estado de la sociedad antigua. El lógos era el principio de todo político y orador, y el lógo- grafos, el historiador, era por lo general aquél que transcribía las enseñanzas de los oradores y políticos atenienses y griegos.


7.1.- Para redactar un texto es necesario tener un plan, un plano de ruta, un método . De acuerdo con Alfredo A. Ossorio , “el plan (es) una toma anticipada de decisiones destinada a reducir la incertidumbre y las sorpresas, y a guiar a la acción hacia una situación deseada, instrumentando racionalmente los medios.” Es así que, en base a una serie de definiciones sobre el término “plan” (por parte de distintos autores), Ossorio establece para él las siguientes características:

a) La previsión: El plan establece pautas que regularán el modo de empleo de los recursos y las actividades.
b) La retroalimentación: El plan “aprende” de lo que realmente ocurre cuando interacciona con la realidad.
c) La organización: el plan organiza los medios o recursos y las actividades de acuerdo con los fines previstos de la acción.
d) El plan es un esfuerzo voluntario tendiente a construir un futuro imaginado y deseado.
e) La selectividad: El plan elige los cursos de acción futuros y guía la selección de opciones en el presente.

Más adelante, Ossorio hablará acerca de la organización de un equipo, comunidad y/o grupo político, y planteará que el plan estratégico es el puente entre la situación inicial que se presenta a la organización y la situación- objetivo, que es la situación que se desea alcanzar , algo que es realmente pertinente para la escritura de planes de texto y su concreción en textos hechos y acabados.

María Cristina Rodríguez Bonilla , por su parte, sostiene que en la elaboración de un plan de texto es imprescindible tener en cuenta lo siguiente:

a) a quién está dirigido el texto;
b) que se pretende lograr con él, y
c) cómo se va a organizar lo que se quiere decir.

Al textualizar sobre aquel plan de texto, comenzaré a argumentar (a favor y en contra) de acuerdo con la/s hipótesis esbozadas y en este juego de construcción lingüística, mental y material se planteará una relación entre el sujeto emisor (proponente) que plantea una serie de ideas (argumentos), un sujeto receptor (oponente) que actúa como blanco de las opiniones del primer sujeto y al que éste pretende convencer, y la materia (problema) de esas ideas, objeto del debate.

El hecho de defender el A FAVOR y el CONTRA debe permitir:

- Medir mejor la relatividad de los argumentos.
- Hacer una mejor selección de los argumentos.
- Comprender cómo pueden refutarse.
- Identificar y respetar el movimiento de pensamiento y los tipos de argumentos escogidos por el oponente.

7.1.1.- En lo relativo a la escritura de un texto, Umberto Eco sostiene que (un texto) estudia un objeto valiéndose de determinados instrumentos. Así, muchas veces el objeto es un libro o un texto y los instrumentos son otros libros o textos, los que se constituirán, unos, en fuente primaria, y los segundos, en fuente secundaria o literatura crítica. La distinción entre las fuentes y la literatura crítica ha de tenerse presente, pues con frecuencia –para Eco- la literatura crítica reproduce parte de las fuentes pero éstas son fuentes de segunda mano. Cuando se trabaja con libros o con documentos originales una fuente de primera mano es una edición original o una edición crítica de la obra en cuestión. Una traducción no es una fuente: es un medio para llegar de modo limitado a algo que está más allá de mi alcance. Por otra parte, sostiene Eco que una antología no es una fuente, que es un alimento ya masticado, y que sólo me da lo que ya ha visto otro. De esta manera, dentro de los límites fijados al objeto de mi investigación o trabajo a efectuar, las fuentes han de ser siempre de primera mano. También nos dice Eco que lo que no se debe hacer jamás es citar de una fuente de segunda mano fingiendo haber visto el original, y no sólo por razones de ética profesional, pues podría suceder que tal documento ya no existiese o hubiese sido destruido años o siglos antes, y si alguien lo cita como de acceso actual o contemporáneo no sería serio.

7.1.2.- Es importante en la elaboración de investigaciones o de documentos visitar las bibliotecas y, en primera instancia, elaborar una bibliografía. Esto quiere decir que, sobre un/os tema/s en particular, debemos acceder a los archivos para encontrar más información sobre ellos, inclusive sobre material o autores que desconocíamos previamente. Para ello contamos con las enciclopedias, las historias generales y los repertorios bibliográficos. Asimismo debemos revisar el catálogo de autores. También es importante poder ser informado o aconsejado por el bibliotecario.

Al comenzar a trabajar en la elaboración de un texto o de una tesis, deberemos elaborar también un fichero de lectura, que es aquél que está compuesto de fichas dedicadas a los libros o artículos que hayan sido leídos, en estas fichas serán apuntados resúmenes, juicios, citas, y todo lo que pueda servir para la utilización del libro en la redacción del texto o tesis, así como también para la redacción de la bibliografía final. Por otra parte, deberemos escribir un fichero bibliográfico, que deberá contener todos los libros a buscar sobre determinado tema o temas, y no sólo los ya obtenidos o leídos.

7.2.- Las referencias bibliográficas que veremos ahora son válidas para la ficha bibliográfica, la ficha de lectura, las referencias a los libros en las notas a pie de página y la redacción de la bibliografía final .

7.2.1.- Reseña de libros:

1) Apellido y nombre del autor (o autores, o del que está al cuidado de la edición con eventuales indicaciones sobre seudónimos o falsas atribuciones)
2) Título y subtítulo de la obra
3) (<>)
4) Lugar de edición (si en el libro no figura, se pone s.l. (sin lugar),
5) Editor: si en el libro no figura, se omite
6) Fecha de edición (si en el libro no figura, se pone s.f. (sin fecha) o s.d. (sin data,
7) Datos eventuales sobre la edición más reciente a que nos referimos,
8) Número de página y si es el caso, número de tomos de que se compone la obra,
9) (Traducción: si el libro estaba en una lengua extranjera y existe traducción al español, se especifica el nombre del traductor, el título en castellano, el lugar de edición, el editor, la fecha de edición y eventualmente el número de páginas).

Ej.: Filinich, María Isabel, Descripción, <>, Ciudad de Buenos Aires, 1ª edición: agosto de 2003, 112 páginas.

7.2.2.- Artículos de revista:

1) Apellido y nombre del autor,
2) <>,
3) Nombre de la revista,
4) Volumen y número del fascículo (e indicaciones eventuales de Nueva Serie),
5) Mes y año,
6) Páginas en que aparece el artículo.

Ej.: Gandolfo, Elvio, “El nuevo periodismo” en Revista Punto y Aparte, N° 17, Montevideo, Diciembre de 1988, pp. I-XXIV.


7.2.3.- Capítulos de Libros, Actas de Congresos, Ensayos en Obras Colectivas.

1) Apellido y nombre del autor,
2) <>,
3) en
4) Eventualmente, nombre del que está al cuidado de la obra colectiva o AAVV,
5) Título de la obra colectiva,
6) (Si al principio se ha puesto AAVV, eventual nombre del que está al cuidado de la edición)
7) Eventual número del tomo de la obra en que se halla el ensayo citado,
8) Lugar, Editor, fecha, número de páginas, todo como en los libros de un solo autor.

Ej.: Cella, Susana, “Panorama de la literatura crítica” al cuidado de Jitrik, Noe, Historia crítica de la literatura argentina, Buenos Aires, Emecé, 1999, pp. 33-62.

7.2.4.- El documento electrónico .

Los datos que serán señalados cuando se presenten las referencias de un documento electrónico son:

1) Responsable principal (puede/n ser autor/es o instituciones).
2) Título y subtítulo
3) [Tipo de medio o soporte]
4) Lugar de la publicación
5) Editorial
6) Fecha de publicación
7) {Fecha en que se realizó la cita, entre corchetes}
8) <>
9) Disponibilidad y acceso.

Ej.: Tunnermann Bernheim, Carlos, La reforma universitaria de Córdoba [en línea], México: ANUIES, 1968, {citado el 30 de agosto de 2004} (Temas de hoy en la Educación Superior), disponible en Internet en: http://www.anuies.mx/libros 99/lib6/000.htm.

Es importante señalar que toda referencia de tipo bibliográfico debe ordenarse alfabéticamente en las páginas finales, bajo el título “Bibliografía”, y que su diferencia respecto de las notas al pie en un trabajo, es que no se escribe el número de la página de uso de la obra que se cita; es decir, la referencia bibliográfica de la Bibliografía final termina en el año de edición y/o número de páginas de la obra (y la traducción, si correspondiese).

7.3.- La referencia bibliográfica se constituye, en realidad, en una suerte de señalización indicada en el texto (la nota al pie) con números al costado de la idea y/o palabra o término, que remite al final de la página, mientras que la bibliografía final figura al final del libro y/o capítulo de cualquier trabajo o investigación.

Existen dos tipos de cita: aquélla que es llamada sistema de cita-nota, como las que vimos más arriba, o el llamado sistema autor-fecha, cuya forma puede ser, por ejemplo, (Cella, Susana, 1999:62), en donde se pone el apellido y nombre del/a autor/a, el año de edición de la obra de uso y la página, o aquel que es más completo, como (Filinich, María Isabel, [2003], 2005: 25) en donde se escribe el apellido y nombre del/a autor/a, el año entre corchetes de la primera edición de la obra en cuestión, el año de la edición de la obra que se está usando y la página a que se hace referencia tras dos puntos.

Las citas sirven para reforzar, refutar o ampliar un concepto relativo a una disciplina específica. Por su parte, la paráfrasis se instituye como la reescritura de una cita observando a nuestro objeto (el texto) y teniendo en cuenta el objetivo a alcanzar con él, y para lo cual utilizaremos verbos, sustantivos, adjetivos y adverbios (palabras, la red textual) que darán el matiz ideológico deseado a nuestras aseveraciones o hipótesis de trabajo. Ahora bien, ¿qué es el plagio? El plagio es, lisa y llanamente, el robo de conceptos, trabajos o ideas de un escritor por parte de otro (o de una canción por parte de un cantante hacia otro, etc.), lo que no es ético moralmente, y que, además, constituye un delito para los derechos de autor.

7.3.1.- ¿A quién me dirijo cuando escribo un texto de investigación?

En un texto escrito del tipo ensayístico, estudio científico o filosófico (discurso argumentativo) utilizaremos como forma de dirigirnos a nuestro lector el nosotros inclusivo y/o el nosotros exclusivo, pues esto denota la posición desde la cual nos afirmamos y posicionamos respecto de la comunidad que nos avala y de nuestros eventuales lectores.

El nosotros inclusivo es aquél que señala la pertenencia al grupo de especialistas (o no especialistas) a los cuales va dirigido el texto; por su parte, el nosotros exclusivo marca una distancia entre el hablante (o redactor, o especialista) y su público, pues no forman parte de la misma comunidad científica, etc.

Ahora bien, las notas de opinión y los discursos políticos pueden compartir estas formas o bien pueden estar encabezadas por la primera persona del singular (yo) que habla y se dirige al público en general o a su público en particular, con lo cual el discurso transmutará a un nosotros inclusivo y a un “él/ ella/ ellos” con quienes confronta.

En todo texto observaremos el accionar de los verbos de decir; el discurso directo: (Martín Fierro dijo: “Aquí me pongo a cantar/ al compás de la vigüela (...)”), con el verbo introductorio de decir más dos puntos y apertura de comillas; el discurso indirecto: “Martín Fierro dijo que aquí se ponía a cantar al compás de la vigüela”, en el cual se utiliza la paráfrasis y reformulación a partir de los verbos de decir, y la cita mixta en la cual existen “islotes textuales” dentro del discurso indirecto que están delimitados por comillas o bastardillas: Martín Fierro dijo que aquí me pongo a cantar/ al compás de la vigüela (...).

Es importante recordar que los marcadores y los conectores dan cohesión al texto. Como ejemplo de marcadores tenemos:

a) iniciadores: para empezar, primero de todo, antes que nada...
b) ordenadores: por un lado, por otro, por una parte, por otra, éstos, aquéllos...
c) aditivos: además, igualmente, asimismo...
d) espacio-temporales: antes, hasta el momento, más arriba, hasta aquí, aquí, ahora, al mismo tiempo, mientras, a la vez, después, luego, más abajo, seguidamente, más adelante...
e) conclusivos: en conclusión, en resumen, en suma, en resumidas cuentas...
f) finalizadores: en fin, por fin, por último, para terminar, en definitiva...
g) de expresión de punto de vista: en mi opinión, a mi juicio, a nuestro entender, desde mi punto de vista, a mi parecer...
h) de manifestación de certeza: es evidente que, es indudable, es incuestionable, de hecho, en realidad, está claro que...
i) de confirmación: en efecto, por supuesto, desde luego, efectivamente...
j) de tematización: respecto a, a propósito de, por lo que respecta a, en cuanto a, con referencia a, lo que concierne a, en/ por lo que se refiere a...
k) de reformulación, explicación o aclaración: esto es, es decir, en otras palabras, o sea, a saber...
l) de ejemplificación: por ejemplo, a saber, así...

Como ejemplo de conectores tenemos:

a) Aditivos: Suman o agregan elementos con una misma orientación informativa: y, además, incluso, igualmente, asimismo, también, tal como, del mismo modo, ni, tampoco...
b) Contrastivos: Introducen un cambio en la orientación argumentativa con respecto al segmento anterior: pero, en cambio, sin embargo, ahora bien, sino, en lugar/ vez de, por el contrario, antes bien, contrariamente...
c) Causativos: Introducen la relación causal entre elementos textuales: a causa de ello, por eso, porque, pues, puesto que, ya que, dado que, por el hecho de que, en virtud de, gracias a...
d) Consecutivos: Introducen la consecuencia: de ahí que, pues, luego, de modo que, de ello resulta que, así que, de donde se sigueasí pues, por lo tanto, por consiguiente, en consecuencia, en efecto, entonces...
e) Condicionales: Introducen la causa hipotética: si, con tal de que, cuando, en el caso de que, según, a menos que, siempre que, mientras, a no ser que, siempre y cuando, sólo que, con que...
f) Finales: Introducen la meta o propósito perseguido: para que, a fin de que, con el propósito/ objeto de, de tal modo que...
g) Temporales: Introducen relaciones temporales: cuando, de pronto, en ese momento, entonces, luego, más tarde, mientras tanto, una vez, enseguida...
h) Espaciales: Introducen relaciones espaciales: enfrente, delante, detrás, arriba, abajo, por encima...

Para que se de una ligazón armónica, las relaciones semánticas entre los diferentes componentes del texto, es necesario utilizar tanto los marcadores semánticos como los conectores, conocidos también como matizadores, pues dan matices de juicio y opinión o postura por parte de quien escribe y que puede o no ser compartida por sus lectores.

El texto debe poseer también coherencia, pues un texto puede ser cohesivo pero no coherente. Ésta tiene que ver con la jerarquización de ideas a exponer, la coherencia de los regímenes verbales y la propiedad en su uso. En definitiva, un texto es coherente si los tiempos verbales y la secuencia de acciones que presenta poseen un orden verosímil, no necesariamente verdadero, y a la redacción acompaña claridad en la expresión de los conceptos.

7.3.2.- El discurso argumentativo.

El discurso argumentativo está caracterizado por ser polémico y dialógico, ya que siempre dialoga con (contra) otros discursos, existentes o posibles, a los cuales intenta refutar.
María Cristina Rodríguez Bonilla

Los argumentos polifónicos (que presentan muchas voces) que encontraremos dentro el mismo son :

a) La cita de autoridad: que consiste en incluir el discurso argumentativo de un autor a quien se menciona y que es reconocido por la comunidad académica en el campo del saber sobre el que el discurso trata para reforzar o legitimar lo que se dice.
b) La cita a refutar: que consiste en incluir el discurso argumentativo de un autor a quien se menciona y que es reconocido por la comunidad académica en el campo del saber sobre el que el discurso trata para polemizar con él.
c) La concesión: Es una estrategia del enunciador que consiste en reconocer una verdad del oponente o en admitir una objeción que le es desfavorable. Por medio de la concesión, quien argumenta puede ganar la simpatía del lector.
d) La ironía: el caso de la ironía en un caso de polifonía porque, cuando el enunciador hace uso de ella, presenta la enunciación como si expresara la posición de otro enunciador, posición que, por otra parte, el enunciador no toma bajo su responsabilidad y que, es más, considera absurda. Así, el enunciado puede resultar hasta inadecuado y chocante.
e) Cita no atribuida a ninguna persona en particular: consiste en el uso de refranes o de frases populares para argumentar en una situación particular.

Así, y acordando con lo que plantea María Cristina Rodríguez Bonilla, sostenemos que “toda argumentación es polémica, es decir, en ella aparecerán, siempre, al menos dos posiciones enfrentadas frente a un mismo problema. Esas dos posiciones, que el enunciador incluye en su texto con distintos propósitos, dialogan a la manera de argumentos (razonamientos para defender una tesis) y contraargumentos (razonamientos que polemizan con los argumentos) a lo largo de la organización del discurso argumentativo ”.


Actividades:
a) Extraiga de cualquier diario un discurso argumentativo y analícelos de acuerdo con los argumentos polifónicos vistos en este capítulo. Analice sus marcadores y conectores y clasifíquelos. Efectúe una interpretación semántica del discurso argumentativo.
b) Dé un ejemplo de cada uno de los tipos de citación bibliográfica.

Objetivos:
a) Que el capacitando reconozca y aplique las diferentes herramientas de análisis semántico de un texto.
b) Que el capacitando aplique las herramientas paratextuales y de análisis y de escritura de textos argumentativos.



8.- “El problema de los Géneros Discursivos”, de M. M. Bajtín .

“Cuanto mejor dominamos los géneros discursivos, tanto más libremente los aprovechamos, tanto mayor es la plenitud y claridad de nuestra personalidad que se refleja en ese uso (cuando es necesario) tanto más plástica y ágilmente reproducimos la irrepetible situación de la comunicación verbal; en una palabra, tanto mayor es la perfección con la cual realizamos nuestra libre intención discursiva”.

Mijail Bajtín, “El problema de los Géneros Discursivos” en Estética de la Creación verbal .


“Las diversas esferas de la actividad humana están todas relacionadas con el uso de la lengua. Por eso está claro que el carácter y las formas de su uso son tan multiformes como las esferas de la actividad humana, lo cual, desde luego, en nada contradice la unidad nacional de la lengua” (Bajtín, Mijaíl, ECV, p. 25). En una primera instancia, Bajtín plantea, en su reflexión sobre el uso de la lengua, lo que denomina la “unidad nacional de la lengua”, es decir, la unidad de la lengua de una Nación. El uso de la lengua presenta multiplicidad de formas y manifestaciones que se diferencian en sus funciones, objetivos y medios de acuerdo a la esfera de actividad en la que se desempeñan distintos grupos de personas; pero, sin embargo, cada una de estas formas diversas es solamente un modo y un medio de expresión que se hace manifiesto como una parte dentro del todo más general que es el de la “lengua nacional”.

Para Bajtín, el uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales y escritos) concretos y singulares que pertenencen a los participantes de una u otra esfera de la praxis humana. Estos enunciados reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada una de las esferas no sólo por su contenido (temático) y por su estilo verbal, o sea, por la selección de los recursos léxicos (palabras), fraseológicos (estilo), sino, ante todo, por su composición o estructuración (sintaxis). El contenido temático, el estilo y la composición están vinculados indisolublemente en la totalidad del enunciado y se determinan además por la especificidad de una esfera dada de comunicación.

Bajtín diferencia entre enunciados individuales, aquellos que un individuo realiza en un momento específico, que no adscriben ni cumplimentan una forma genérica específica o género discursivo y que emite individualmente (no se conforma un diálogo), y los tipos relativamente estables de enunciados, a los que denomina géneros discursivos.

La riqueza y diversidad de los géneros discursivos es inmensa, porque las posibilidades de la actividad humana son inagotables y porque en cada esfera de la praxis existe todo un repertorio de géneros discursivos que se diferencia de la de las demás esferas y posee su propia especificidad. Por ejemplo, los tipos discursivos manejados en el bureau de un abogado, los manejados en el campo de la política, en el campo del arte o en el de la Economía difieren unos de otros entre sí y poseen su propia especificidad, su propio marco conceptual y su referente campo de acción, y si bien, unos y otros pueden relacionarse entre sí, no dejan de desarrollarse y desenvolverse en campos perfectamente delimitados y con áreas de acción relativas a diferentes medios, modos de expresión, manifestación o aplicación, distintos modos de producción y finalidades distintas en cada marco específico.

Algunos ejemplos de géneros discursivos son:

• breves réplicas de un diálogo cotidiano, que puede tomar múltiples formas, según el tema, situación, número de participantes, expresividad o tono, etc.
• un relato cotidiano (en todas sus diferentes formas)
• una carta
• una orden militar, breve y estandarizada
• un decreto extenso y detallado
• el repertorio bastante detallado de oficios burocráticos (formulados generalmente de acuerdo a un estándar)
• todo un universo de declaraciones públicas (sociales, políticas, de la farándula, etc.)
• las múltiples manifestaciones científicas
• todos los géneros literarios (desde un dicho hasta una novela en varios tomos)

Bajtín distinguirá, además, entre dos tipos de géneros discursivos:

• los géneros discursivos primarios (o simples)
• los géneros discursivos secundarios (o complejos).

Los géneros discursivos primarios (simples) están expresados por cierto tipo de diálogo oral: diálogos de salón, íntimos, de círculos cotidianos y familiares, sociopolíticos, filosóficos, etc., y pertenecen a cierto estrato extraliterario de la lengua (nacional). Mientras tanto, los géneros discursivos secundarios (complejos) –“a saber, novelas, dramas, investigaciones científicas de toda clase, grandes géneros periodísticos, etc.” (Bajtín, Mijaíl M., ECV, p. 250)- surgen en condiciones de la comunicación cultural más compleja, relativamente más desarrollada y organizada, principalmente escrita: comunicación artística, científica, sociopolítica, etc. En el proceso de su formación estos géneros absorben y reelaboran ciertos géneros primarios (simples) constituidos en la comunicación discursiva inmediata. Al asimilarse estos géneros primarios (simples) a un proceso más complejo que deriva en la formación de géneros discursivos secundarios (complejos) los primeros pierden su relación inmediata con la realidad en la que fueron elaborados (enunciados propios, enunciados de otros), por ejemplo: las réplicas de un diálogo cotidiano o las cartas dentro de una novela, que conservan su forma y su importancia cotidiana tan sólo como partes del contenido de una novela, y que participan de la realidad tan sólo a través de la totalidad de la novela, es decir, como acontecimiento artístico y no como suceso de la vida cotidiana. “La novela en su totalidad es un enunciado – dirá Bajtín-, igual que lass réplicas de un diálogo cotidiano o una carta particular (todos poseen una naturaleza común), pero, a diferencia de éstas, aquello es un enunciado complejo.” (Bajtín Mijaíl M., ECV, p. 250).

Con esta afirmación, Bajtín subraya entonces el vínculo del lenguaje con la vida, porque –afirma- el lenguaje participa en la vida a través de los enunciados concretos que lo realizan, así como la vida participa del lenguaje a través de los enunciados (los que son articulados en el mundo, o a partir de la cual la vida es articulada y/o que se articulan en su desenvolvimiento y desarrollo, etc.).

Bajtín analizará también algunas esferas y problemas de la lingüística que observa en el periodo en que saca a luz su estudio, entre 1952 y 1953; principalmente, del problema de la estilística. De ella dirá que “todo estilo está indisolublemente vinculado con el enunciado y con las formas típicas de enunciados, es decir, con los géneros discursivos.” (Bajtín, Mijaíl M., ECV, p. 251).

Por lo mismo sostendrá que hay géneros susceptibles al reflejo de la individualidad, ya fuese en forma oral o escrita, pues se trata de géneros de estilo individual, y del mismo modo hay géneros que no se prestan a absorber un estilo individual, esto relacionado principalmente con las finalidades y el propósito mismo del enunciado: se trataría de géneros discursivos que requieren formas estandarizadas, como por ejemplo, en muchos tipos de documentos oficiales, en las órdenes militares, en las señales verbales, en el trabajo, etc. El vínculo orgánico e indisoluble entre el estilo y el género se revela claramente –para Bajtín- en el problema de los estilos lingüísticos o funcionales (los que se constituyen como estilos genéricos de determinadas esferas de actividad y comunicación humana). “En la gran mayoría de los géneros discursivos(salvo los literarios –dirá Bajtín- un estilo individual no forma parte de la intención del enunciado, no es su finalidad única sino que resulta ser, por decirlo así, un epifenómeno del enunciado, un producto complementario de éste. (Bajtín, Mijaíl M. ECV, p. 252)

El estilo está indisolublemente ligado a determinadas unidades temáticas (temas específicos) y a determinadas unidades composicionales (formas narrativas, genéricas y sintáctico-léxicas). El estilo conlleva determinados tipos de estructuración de una totalidad y de los tipos de relación que se establece entre el hablante y otros participantes de la comunicación discursiva (oral o escrita). El estilo entra como unidad genérica del enunciado, es decir, que define su género.

Profundizando la idea de la relación entre género discursivo y estilo, Bajtín sostiene que “los cambios históricos en los estilos de la lengua están indisolublemente vinculados a los cambios de los géneros discursivos. La lengua literaria representa un sistema complejo y dinámico de estilos; su peso específico y sus interrelaciones dentro del sistema de la lengua literaria se hallan en un cambio permanente. La lengua de la literatura, que incluye también los estilos de la lengua no literaria, representa un sistema aún más complejo y más organizado sobre otros fundamentos. Para comprender la compleja dinámica histórica de estos sistemas para pasar de una simple (y generalmente superficial) descripción de estilos diferentes e intercambiables a una explicación histórica de tales cambios, hace falta una elaboración especial de la historia de los géneros discursivos (y no sólo de los géneros secundarios, sino también de los primarios), los que reflejan de una manera más inmediata, atenta y flexible todas las transformaciones de la vida social. Los enunciados y sus tipos, es decir, los géneros discursivos, son correas de transmisión entre la historia de la sociedad y la historia de la lengua.” (Bajtín, Mijaíl M. ECV, pp. 253-254).

De esta manera, en la interrelación entre la vida y el lenguaje, entre la lengua y la vida social, entre las esferas literarias y las esferas extraliterarias, en su mutua interacción e ínterinfluencia, se produciría una mayor o menor reestructuración y renovación de los géneros discursivos. Para Bajtín, donde existe un estilo, existe un género. Y la transición de un estilo de un género específico a otro no sólo cambia la entonación del estilo en las condiciones de un género al que no le es propio aquel estilo, sino que destruye o renueva el género mismo.




Actividades:

a) ¿Qué son los géneros discursivos para Bajtín?
b) ¿Cuál es el origen de ellos?
c) ¿Cómo se los identifica?
d) Analice el siguiente texto siguiendo a Bajtín y explíquelo.

“Todo acto de habla es un acto que amenaza la imagen social que todo individuo desea y reclama para sí. Como a las personas les interesa cuidar esta imagen, durante las interacciones comunicativas de las que participan, utilizan estrategias de cortesía. La selección de estas estrategias depende del grado de amenaza de la imagen del hablante o del oyente (Brown y Levinson 1978, 1987). En este trabajo, estudiamos las estrategias de cortesía seleccionadas por una docente. En particular, nos ocupamos de una interacción comunicativa que se lleva a cabo en una clase de Lengua del Tercer Ciclo de la Educación General Básica de un colegio privado de la ciudad de Mar del Plata. Durante esta interacción, grabada en abril del 2000, a principios del ciclo lectivo, la docente devuelve y entrega las evaluaciones diagnóstico que los alumnos han realizado la clase anterior. Nos interesa relevar e informar las estrategias de cortesía que emplea la docente, mientras comenta las evaluaciones, para preservar su imagen y la de los alumnos (…)”. (Álvarez, Guadalupe, “Las estrategias de cortesía en los actos de habla producidos por una docente”, Semióticas de la vida cotidiana: V Congreso internacional de la Asociación Argentina de Semiótica, año 2002, p. 13.)


Objetivos:

a) Que el capacitando absorba y reelabore la teoría expuesta sobre el problema de los géneros discursivos en Bajtín y que elabore una síntesis en la aplicación sobre los ejercicios.


































9.- Géneros literarios:

9.1.- El género literario narrativo.

El talento de narrar es la base del arte literario . Se trata de un don (como tantos dones existen) que se perfecciona con la cultura y la práctica del individuo. Es el arte de escribir una historia o historias, cuentos, ensayos filosóficos, entre otros. Por cierto, existen también las narraciones orales (que fueron las primeras en utilizarse por los pueblos primitivos antes del invento de la escritura).

Desde el inicio de la narración hasta el nudo y el desenlace, existen dos características que no pueden faltar: la rapidez y el movimiento. En el nudo de la acción, sintomáticamente, el interés crece, pero es importante en toda narración no dar a conocer en ése momento el desenlace, sino sólo hacia el final de ella. Una recomendación a efectuar, a todo futuro escritor, es que la exposición debe ser sencilla, sin largas oraciones de las cuales se pierda el referente ni que generen confusiones en su interpretación. De acuerdo con Martín Alonso, “hay que ir derecho al asunto, huyendo de las digresiones, de la demasiada extensión, y buscar como virtudes narrativas el vigor, la sobriedad y la rapidez. La brevedad no ha de degenerar en sequedad. El relato ha de tener movimiento, variedad y gracia” .


9.2.- El género descriptivo.

“La descripción es la pintura animada de los objetos” , enseña a los ojos y traza el cuadro de lo que ve, como grandes fragmentos de la literatura naturalista del s. XVII francés o decadentista del siglo XIX francés (véase sino Naná, de Émile Zola o Contra Natura, de J.K.Hyusmans), entre otros ejemplos de descripciones que hallamos, abundantes, dentro de la literatura latinoamericana, (Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez u Operación Masacre, de Rodolfo Walsh (s. XX) ). Otros ejemplos más puros de literatura descriptiva son la literatura culinaria o sobre la moda, en donde se impone el tono descriptivo en las narraciones, si no lo es predominantemente.

La primera condición del arte descriptivo es la viveza figurativa . Se trata de animar los objetos inanimados. De esta manera, en la descripción se nos ofrece una pintura, una visión animada, una sensación plástica, sea paisaje o retrato.

Para desarrollar una literatura o escritura descriptivas, se han de tener en cuenta los detalles entresacados por el escritor en su rápida ojeada a las cosas, la imagen completa del panorama, el estudio de las incongruencias y por último, que el cuadro que resulte de esta observación no sea de objetos estáticos sino dinámicos.

9.3.- El género expositivo.

La forma literaria expositiva se encuentra expresada en su mayor medida en: la didáctica, la conferencia académica, los editoriales periodísticos, el artículo de colaboración, la crónica erudita, la crítica, la explicación de una verdad científica y en las doctrinas literarias.

El texto expositivo ha de tener claridad, como primera condición. Las palabras han de representar todo el sentido de lo que se quiere expresar a partir de la idea. De acuerdo con M. Alonso, “cuando el entendimiento ve claro, es posible una expresión clara; si el redactor concibe confusamente su obra o su idea, la manifestación de la palabra ha de salir forzosamente vaga, imprecisa o, sobre todo, oscura.”

En igualdad de importancia, todo texto expositivo debe presentar originalidad en sus ideas. El lenguaje debe ser claro o estar definido en notas al pie o en la propia redacción, el estilo no debe ser recargado ni de imágenes ni de expresiones literarias extravagantes, sino de iluminación interior y de sello personal.

En el periodismo esta forma literaria toma la forma del estilo informativo. Se distingue por su objetividad, -la ausencia de la subjetividad-, el escaso uso de adjetivos, y el minúsculo empleo de imágenes y metáforas.

En los trabajos de tipo expositivo ayuda la formación previa de un plan de texto, lugar en que se jerarquizarán las ideas, en orden de importancia, para su posterior plasmación en la escritura.

Para finalizar, la distinción entre la forma narrativa, la forma descriptiva y la expositiva, es la siguiente: la narración es la enumeración de hechos ordenados en el tiempo; la descripción es la enumeración de caracteres y circunstancias ordenadas en el espacio y la exposición es el estudio de los hechos y las circunstancias que concurren en un determinado objeto y la explicación de los mismos al lector bajo forma sencilla, clara y fácilmente comprensible .

9.4.- La forma literaria dialogada.

La preocupación por el diálogo se encuentra ya en los clásicos antiguos griegos, como Edipo Rey (430 al 415 a.C - Sófocles) , en los medievales, como Shakespeare (1564) y su vasta obra teatral, en los modernos, como Niebla (1914), de Unamuno (entre otras obras del autor) y en autores contemporáneos José Saramago, quien, con su beligerante prosa (acerca del diálogo) conmueve con Ensayo sobre la Ceguera (1995) y Ensayo sobre la lucidez (2004).
Hacia la década de los ’70 (s. XX) todavía existía la distinción entre dos clases de discurso dialogado: uno, literario, de acuerdo al ritmo y las fórmulas de cómo debiera ser una conversación; el otro, natural, reproducción casi exacta de la palabra hablada, con los giros imprevistos usados diariamente en la conversación. Pero hoy por hoy, y tenemos como precursor a Osvaldo Soriano en No habrá más penas ni Olvido (1978), estas distinciones ya poco y nada tienen lugar en la contemporaneidad. Escribir un diálogo es escribir la vida, o la literatura y la ficción, pero con efecto de realidad, o con efecto de giro literario, aceptados ambos, dependiendo del objetivo de la obra y, especialmente, del objetivo y objeto del diálogo.

9.5.- La traducción literaria.

“Para traducir un texto del idioma extranjero –clásico o moderno- al castellano se necesitan dos cosas: a) Conocimiento profundo del idioma original (del vocabulario y de la estructura de la frase); b) Temperamento del escritor, para matizar la frase castellana con el aire propio de nuestra lengua, sin incurrir en giros o modismos extranjeros, y para producir la sensación de obra original, del libro que no ha pasado por el tamiz de otro idioma. ”

En las traducciones, suelen darse (en un primer intento de traducción) errores de construcción e intromisiones de palabras nuevas (o neologismos) al contacto con el texto desde el cual se traduce. El neologismo puede llegar a tomar carta de ciudadanía, pero los giros y modismos extranjerizantes, o las incorrecciones constructivas, desentonan con la idiosincracia del país o idioma para el cual se traduce, y no es recomendable.

Es recomendable tener siempre a mano un diccionario de sinónimos y antónimos (además del de significados denotativos) para, en la traducción, dar con la palabra exacta, con el vocablo que sin vacilaciones ni ambigüedades exprese la idea del texto original.

Existen dos tipos de traducciones: a) la literal, que nos da el valor de las palabras; b) la literaria, que procura construir la frase en el molde estilístico de nuestro idioma.

Para finalizar, la traducción, por muy literaria que nos parezca, ha de conservar la fidelidad a la idea o a los sentimientos contenidos en el original . Cada traductor se expresará de acuerdo con los giros y modismos que exige la obra y los suyos propios, pues, al decir de un importante filósofo alemán: “El ser reside en la palabra” y “la palabra es la casa del ser” .


Actividades:
a) Transcriba dos párrafos que representen a un género literario narrativo.
b) Transcriba dos párrafos que representen a un género descriptivo.
c) Transcriba dos párrafos que representen a un género expositivo.
d) Transcriba dos párrafos que representen a una forma literaria dialogada.
En todos los casos señale las características del texto y fundamente.

Objetivos:
a) Que el capacitando reconozca dentro de uno o más textos las diferentes formas y clasificaciones textuales expuestas.

10.- El texto como unidad semántica

Para comenzar, es necesario establecer previamente que la Semántica es el estudio del significado. La Semántica siempre ha estado presente en el estudio del lenguaje pues aún cuando hablamos de Sintaxis (que es el estudio de las funciones de las palabras en un contexto específico) se apela al significado.

Así: “(...) La Semántica, más que un aspecto separado de la Gramática debe verse como coexistente con los aspectos fonológicos, morfológicos y sintácticos ”.

El aspecto fonológico atiende a los fonemas, que son los sonidos de las letras, y se constituyen como la unidad mínima que distingue significados. Por su parte, el aspecto morfológico se ocupa de los morfemas, que son la unidad mínima de forma y significación de una palabra. De esta manera, el morfema base de “cuaderno” es “cuadern-” y la terminación de género y número es el morfema “o”. Con los morfemas base y sus terminaciones se forman las familias de palabras.

Por su parte, el texto es una unidad semántica, que, como señalamos en el capítulo VII, en 7.3.1., debe presentar cohesión y coherencia. Más existen dos tipos de cohesión: la cohesión catafórica y la anafórica. Cuando utilizamos un conector que sirve para relacionar una oración con las anteriores, hablamos de cohesión anafórica, por ej.: “Todo estaba oscuro. Sin embargo –creía- había alguien allí”. El giro adversativo sin embargo remite a la oración anterior, mientras que el adverbio allí remite a una oración anterior que especifique lugar. En el ejemplo: “Me contestó así: Me alegro de que estés bien”, así conecta el sentido de las dos oraciones; ésta es la cohesión catafórica.

10.1.- La hiponimia

La hiponimia se da entre palabras pertenecientes a un mismo campo léxico; es lo que el padre fundador de la Semiología , Ferdinand de Saussure, denomina relaciones asociativas. Por ej.: Animal: caballo- toro- perro- gallina- gato. Así, caballo es hipónimo de animal, toro también, y así siguiendo. La hiponimia es la relación que se establece entre palabras que, dentro de la estructura jerárquica del texto, engloban y/o comprenden a otras.

10.2.- La sinonimia

Se ha considerado tradicionalmente sinónimos las palabras que tienen igual significado. Por ej.: cama- lecho. La realidad es que en su significado denotativo se puede decir que el referente de ambos términos coincide, pero por el sentido, hay divergencia. Así planteado, cama y lecho no tienen el mismo sentido. Se dice: el lecho del río y no la cama del río, el lecho de muerte y no la cama de muerte, me voy a la cama y no me voy al lecho. Por lo tanto, lo más correcto es hablar de afinidad de significado, y no de igualdad de significado, ya que nunca dos palabras quieren decir lo mismo o designan lo mismo, siempre habrá una diferencia (de tipo geográfica, estilística, social, etc.) que la distinga.

10.3.- Homonimia y Polisemia

Cuando dos o más significados pueden asociarse con la misma palabra, por ej.: banco (para sentarse), banco (institución) y banco (de arena) hablamos de homonimia y decimos que banco1, banco2 y banco3 son homónimos. O sea que la homonimia implica identidad formal pero diferencia de significado. Ahora bien, muchas veces una misma palabra se usa con varios sentidos pero emparentados, por ej.:
Tiene boca grande
La boca de tormenta
Un frasco de boca ancha
La boca del río
Esto da lugar a un proceso metafórico en el que una palabra es evocada con significados muy parecidos o similares a partir de su propia expresión. A este caso de homonimia se lo llama polisemia.

10.4.- Antonimia

La antonimia es una relación semántica que se da entre dos miembros de un conjunto que indican contrariedad de significados o contrariedad en grados de significado. Por ej.: bueno- malo; lindo- feo; excelente- decadente. Pero...¿Por qué decimos contrariedad en grados de significado? Porque si digo: “Mi casa es grande”, es: ¿Más grande que la de quién? Y si digo: “Mi casa no es grande” ¿en relación con cuál? En base a este tipo de comparaciones podremos observar el funcionamiento de algunas expresiones antonímicas.














Actividades:
a) ¿En qué consiste la cohesión catafórica? ¿En qué la cohesión anafórica?
b) Dé un ejemplo de ambos tipos de cohesión y explíquelos.
c) Escriba un breve párrafo de su autoría en donde se conjuguen los distintos aspectos semánticos vistos en este apartado.

Objetivos:
a) Que el capacitando reconozca las distintas categorías semánticas presentes en los textos.

Módulo III

En este segundo módulo veremos las normas ortográficas en su totalidad, el reconocimiento fonético-sintáctico de una palabra, las reglas de acentuación y los signos de puntuación y su empleo. Abarcará no sólo las normas tipográficas textuales en papel, sino también los elementos que ocupan ya desde hace unos años en la computación, y sus orígenes.


¡Alegría, falta poco!!!

11.- Ortografía

11.1.- Uso de la b y v

Se escriben con b las siguientes palabras:

a) los infinitivos terminados en bir y los tiempos de estos verbos: recibir y percibir; recibíamos y percibíamos. Excepciones: hervir, servir y vivir y sus compuestos.
b) Los pretéritos imperfectos de indicativo de la 1ª conjugación en sus finales ba, bas, bamos, bais y ban; jugaba, estudiaba, estábamos, saltabais.
c) El pretérito imperfecto del indicativo del verbo ir: iba, ibas.
d) Los verbos deber y beber y los tiempos de haber, saber y caber: debía, hubo y sabíamos.
e) Los vocablos que empiezan con bu, bur, bus, bat, bot, y bibl: buque, burlar, buscar, bastón, botón y biblioteca.
f) Los terminados en bundo, bunda y bilidad, meditabundo, abunda y amabilidad (menos movilidad y civilidad).
g) En la palabra sílaba y sus compuestos: monosílaba.
h) Con la b delante de otra consonante: blanco, obstruir, brazo, abdicar y subsistir.
i) Los vocablos que terminan en b: Job, Jacob, querub.

Se escriben con v:

a) Los adjetivos terminados en ava, ave, avo, eva, eve, evo, iva, ivo: octava, grave, esclavo, nueva, aleve, longevo, decisiva, activo. Excepciones: árabe y sus compuestos y derivados: mozárabe, arabista y arábigo.
b) Los compuestos que empiezan por vice, villa y villar: vicepresidente, Villalobos, Villarcayo.
c) En los presentes de indicativo, imperativo y subjuntivo del verbo ir: voy, ve, vaya, vayamos, vayan.
d) Las palabras que empiezan por ad: adversidad, advertencia.
e) Los acabados en viro, vira, ívoro, ívora: triunviro, Elvira, herbívora. Excepción: víbora.
f) El pretérito perfecto simple, pretérito y futuro imperfectos de subjuntivo de estar, andar, tener, y sus compuestos: anduve, tuvo, anduviera, sostuviera, anduviere, sostuviere.
g) Según se escriban con b o con v, tienen significado diferente, entre otros vocablos, los siguientes: revelar (un secreto), rebelar (sublevar), vello (pelo), bello (hermoso), vacía (sin nada adentro), bacía (de barbero), votar (de voto, botar (de tirar), savia (de las plantas), sabia (fem. de sabio), basto (grosero), vasto (extenso), tuvo (de tener) y tubo (de vidrio).

11.2.- Uso de la h, g y j

a) Se escriben con h: Las palabras que la llevan en su origen, por ej.: hombre, de homo.
b) Las que en su origen tenían f: hormiga.
c) Las que comienzan con los diptongos ie, ue (hierro, huevo) o por los sonidos hidr-, hipo-, hiper-, como hidrógeno, hipócrita, hipérbole. La h se suprime en los derivados en los que desaparece el diptongo ue-, orfandad.
d) Los tiempos del verbo haber: No he visto a Juan; Luis me lo ha mandado; Había subido la marea.
e) La h final se emplea en algunas interjecciones: ¡Ah! ¡oh!
f) La h interior se encuentra en algunas palabras: ahora, almohada, alhaja, ahínco, alcohol, ahumar, deshonra, etc.

a) Se escriben con g: Las palabras que empiezan con geo: Geografía.
b) Los verbos que terminan en ger, gir, y gerar: acoger, urgir. Excepciones: tejer, crujir y otros términos de poco uso.
c) Las palabras que terminan en gen, gélico, genario, geneo, génico, genio, génito, gesimal, gésimo, gético, giénico, gineo, ginoso y gismo: origen (menos comején) angélico, nonagenario, homogéneo, fotogénico, ingenio, primogénito, octogésimo, apologético, higiénico, virginal, virgíneo, ferruginoso y neologismo (menos salvajismo).

a) Se escriben con j: Siempre que este sonido vaya acompañado de las vocales a, o: jarro, joven, joya.
b) Las palabras derivadas de otras que tengan las sílabas ja, jo, ju: cajita, de caja; rojizo, de rojo.
c) Las voces terminadas en je y jería: paje, relojería. Excepciones: falange, laringe, faringe.
d) Las formas irregulares con sonidos je, ji, en cuyos infinitivos no hay ni g ni j: dije (decir), produje (producir), trajimos (traer).

11.3.- Uso de las letras c, z, q y k

a) Se usa c siempre que el sonido va delante de las vocales e, i: tocino, conducir, cemento, cero, peces.
b) Se usa z cuando este sonido precede a las vocales a, o, u, o cuando va al final de sílaba: zarpar, mozo, Zumárraga, pellizco, pez. Excepciones: zigzag, zipizape.

11.4.- Uso de la s y la x

El empleo dudoso de estas dos letras depende en gran parte de su etimología. Si la palabra procede de la preposición latina ex, debe escribirse x: extender. Si procede de la s líquida, debe ponerse s: esplendor.

11.5.- Uso de la i, la y y la ll

La diferencia principal entre la i y la y consiste en que y puede ser constante, y la i no lo es. Se usa y cuando, precedida de vocal, termina la palabra o cuando es conjunción: buey, ley, muy; entro y salgo.

Las palabras yerba, yedra, pueden escribirse también: hierba, hiedra.

11.6.- Uso de la m y la n

Delante de b y p se escribe m; delante de f y v se escribe n: embudo, imperio, imposible, enviar, enfermo.
Delante de n se escribe m: alumno, himno, columna.

11.7.- Uso de la r y la rr

El sonido fuerte de estas letras se expresa por una sola r al comienzo de vocablo y cuando va precedida de las consonantes l, n, s: raza, rosa, honra, israelita.

Se duplica la r en los compuestos cuyo segundo elemento empieza por r: contrarréplica.












12.- Separación en sílabas y acentos

12.1.- La separación en sílabas

Teniendo en cuenta la unidad de la palabra y la unidad de la sílaba dentro de la palabra, al separar las sílabas en la escritura hemos de seguir las siguientes normas:

a) La separación en sílabas de una palabra ha de efectuarse mediante el guión (-).
b) Una consonante que se encuentra entre vocales constituye sílaba con la siguiente: ar-chi-vo.
c) En un grupo de dos consonantes entre vocales, la primera consonante forma parte de la sílaba de la vocal anterior, y la segunda, a la de la siguiente: a- dic-ción.
d) El grupo de dos consonantes, de las cuales la segunda es l o r, forma sílaba con la siguiente vocal: co-pla, sen-si-ble, a-grio.
e) Entre tres consonantes, las dos primeras forman sílaba con la vocal anterior y la tercera con la siguiente: ins-tan-te.
f) En un grupo de cuatro consonantes, las dos primeras pasan a la sílaba anterior y las otras dos a la siguiente: abs-trac-to.
g) En las palabras compuestas se dividen las sílabas según los elementos compuestos: des-figurar, sub-ordinar.
h) No se pueden separar, al final del renglón, las vocales de un diptongo o triptongo, pues pertenecen a una sola sílaba. Debe ser vie-jo y no vi-ejo.

12.2.- La acentuación

a) Reglas generales de la acentuación. Uso del acento ortográfico. Se acentúan:
1) las palabras esdrújulas y sobreesdrújulas: catedrática, corríjasele.
2) Las palabras agudas que terminan en vocal, n o s, o si, teniendo como final otra consonante, la vocal tónica es una de las débiles i, u, y va precedida de otra vocal: maná, sostén, cortés, raíz, ataúd, baúl.
3) Las palabras graves que terminan en consonante que no sea n ni s: lápiz, azúcar, fácil, césped.
4) Las palabras graves que tienen la vocal tónica precedida de las débiles i, u, acompañada de otra vocal sin formar diptongo: caída, acentúo, río. Se acentúan para deshacer el diptongo.
5) Las palabras compuestas que conservan algún elemento simple acentuado: vacunóse.
6) Algunas formas pronominales y adverbios toman o no el acento según su colocación en la frase: -¿Cuándo vendrá? –Cuando quiera.- ¿Qué decía?- Que no viene.-



12.3.- Reglas especiales de acentuación

Hay palabras que llevan o no acento ortográfico según se coloquen en la frase o según el oficio que desempeñen. Si se trata de monosílabos, aunque comúnmente son inacentuados, cuando un mismo vocablo representa dos valores, se pone el acento ortográfico en uno de ellos. Por eso se acentúan:

a) Mí, tú, cuando son pronombres personales. Como adjetivos posesivos, son inacentuados (mi pluma, tu gato).
b) Él, cuando es pronombre personal, no cuando es artículo: Trabajo con él; Hizo el encargo.
c) Éste, ése, aquél, cuando son pronombres, pero no cuando son adjetivos. Con éste me conformo. Se quedó con aquél. Esta silla es cómoda. Me acuerdo de aquel día.
d) Sí, cuando es adverbio de afirmación. Sí, lo quiero.
e) Sí, cuando es pronombre: Dice para sí.
f) Más, si es adverbio: No iré más.
g) Sé, del verbo saber: Lo sé todo.
h) Dé, del verbo dar: No me lo dé.
i) Té, sustantivo: Me gusta mucho el té.
j) Aún, cuando sustituye al todavía sin alterar el sentido de la frase: Aún la recuerdo. Con el significado de hasta, también, inclusive o siquiera, en la negación, se escribirá sin acento: No hizo nada por él, ni aun lo intento.
k) Qué, interrogativo directo.
l) Quién, interrogativo directo.
m) Cuál, interrogativo directo.
n) Cuán, interrogativo directo o exclamativo.
o) La conjunción o cuando va entre números: 4 ó 7
p) Se acentúan, además: sólo cuando es adverbio; dónde, cómo, cuándo, adónde, interrogativos directos y cuánto, cuando es interrogativo o exclamativo directo.

12.4.- Algunos signos de puntuación

12.4.1.- Empleo de los signos de puntuación

Los signos de puntuación son los que nos ayudan a expresar la entonación y el valor de las oraciones. Se llaman también signos de entonación. Sirven para marcar las pausas, aclarar el sentido de lo escrito e indicar algunos matices de la expresión.

Los más usuales son los siguientes:
a) Coma.......................... ,
b) Punto y coma .............;
c) Punto.......................... .
d) Dos puntos..................:
e) Paréntesis...................( )
f) Guión......................... –
g) Acento........................ ´
h) Comillas.................... “”
i) Raya........................... _
j) Subrayado..................m
k) Puntos suspensivos.. ...
l) Interrogación........ ¿?
m) Admiración.......... ¡!
n) Diéresis................. ¨
o) Arroba................... @
p) Barra...................... /

a y b) La coma y el punto y coma: Sirven para señalar las pausas menores de la lectura. La coma tiene dos usos importantes: separa elementos análogos de una serie, sean palabras u oraciones, y separar elementos que intervienen en la oración con carácter incidental. El punto y coma sirve para separar oraciones entre cuyos contenidos hay proximidad, y, por excepción, frases largas, semejantes, en serie. Se escribe asimismo el punto y coma antes de las conjunciones adversativas mas, pero, aunque, etc., en oraciones de alguna extensión.

c y d) Punto y dos puntos: Cuando la oración o la cláusula forman sentido completo, usamos el punto final, de manera tal que, consecuentemente, se empieza un nuevo renglón. Mas, si lo que sigue son ideas del mismo asunto, se escribe punto y seguido; si se cambia de tema o materia, se pone punto y aparte. Se emplea también el punto tras las abreviaturas.

Los dos puntos indican pausa larga, y se diferencian del punto en que siempre llevan alguna aclaración o continuación de lo dicho. Se usan principalmente, en, por ej.:

a) Mi muy querido amigo: ..... etc.
b) Antes de una explicación que se pone como término de una proposición general.
c) Al citar palabras textuales, antes del primer vocablo de la cita, que suele empezar por mayúscula.
d) Después de expresiones como a saber, por ejemplo, verbigracia, etc.

e y f) Paréntesis y guiones: Se pone entre paréntesis la oración que interrumpe el giro de una frase, aunque tenga relación con lo que se dice: El mismo año de su muerte (1993) terminé el primario.

Se puede sustituir el paréntesis por la raya en las aseveraciones intercaladas: El cargo aquel –bien lo sabíamos todos- era para otro.

El guión denota, por su parte, que una palabra no ha terminado y que continúa en el renglón siguiente. También puede usarse en algunos compuestos cuando se quiere indicar oposición: romano-germánico, teórico-práctico, etc.

h e i) Las comillas y la raya: Se escribe entre comillas toda cita tomada de algún texto. En toda cita se ponen comillas al comienzo de cada párrafo y al final.

La raya o guión mayor se emplea en los diálogos y para suplir a veces el paréntesis en palabras u oraciones intercaladas.

j y k) El subrayado y los puntos suspensivos: El subrayado se utiliza para dar relieve a alguna frase, título o encabezamiento. Los puntos suspensivos denotan que lo que decimos queda en suspenso a la interpretación del oyente o del lector. Por otra parte, indican una interrupción en lo que se escribe. Sustituyen al etcétera, y en ocasiones significan matices de emoción semejantes a los de una exclamación reprimida: Quería que... ¡ey!!! Quién sabe lo que quería.

l y m) Los signos de interrogación y exclamación: Sirven para indicar los matices de la entonación y para mostrar la intensidad emocional de estas formas e expresión: ¿Volverás mañana? ¡Qué alegría!
En las oraciones interrogativas o exclamativas no es necesario que empiece con mayúscula más que la primera: ¿Dónde has estado?, ¿quién te ha detenido?, ¿cómo no has escrito?

Los complementos de las preguntas o exclamaciones se escriben con minúscula: ¿Me da usted permiso?- interrumpió la cocinera. ¡Al ataque! –gritó el nene menor de la familia.

Puede darse el caso de una frase interrogativa y exclamativa a un mismo tiempo: ¿Qué insolencia fue aquella, señores!
o) “La arroba, este símbolo que hoy se asocia a Internet, está tan de moda como la propia red. No solo se le utiliza para evocar la modernidad y la era digital, también se le dan otros usos más literarios. Por ejemplo es bastante frecuente que algunos internautas lo utilicen para identificar a colectivos humanos de ambos sexos, tratando de evitar la terminología clásica que es más explícita hacia uno solo de esos sexos (...).
La apariencia de que puedan estar superpuestas una "a" y una "o" puede, efectivamente, resultar placentera para algunas personas del sexo femenino, pues implica un reconocimiento concreto de que se ha pensado "explícitamente" en esa mitad de la población que antaño estuvo relegada a un segundo plano. El símbolo arroba se está convirtiendo así en un representante de la dualidad sexual (...). Toda esta arrobamanía o arrobitis viene por Internet y las direcciones de correo electrónico. Para esas direcciones de correo había que buscar alguna fórmula que combinase el identificativo de usuario con el identificativo del servidor que alojaba la cuenta de ese usuario. Para separar y distinguir ambas partes, Ray Tomlinson -creador del sistema de correo electrónico, en 1971- usó este carácter ya en su primera dirección "tomlinson @ bbn-tenexa", que en inglés se lee habitualmente como "tomlinson at bbn-tenexa". Efectivamente algunas tipografías representan la arroba como dos pequeñas letras "a" y "t" muy juntas, en un solo carácter "at". Haciendo una traducción literal, en español podríamos decir "tomlinson en bbn-tenexa", cosa totalmente adecuada porque indica la cuenta y el servidor en que esa cuenta está alojada (la palabra inglesa at también puede traducirse por a, de, por, sobre, e incluso con algún otro adverbio). Pero en nuestra cultura hemos preferido mantener la palabra arroba, aunque perdamos el significado original. Dicho todo esto, ya puede entenderse fácilmente que la arroba también se utilice para indicar quien es el autor o propietario intelectual de un documento.

Tomlinson eligió este carácter concreto porque estaba infrautilizado: daba lugar a pocas confusiones puesto que no podía formar parte del nombre de usuario ni del nombre del servidor, y era poco utilizado en otros aspectos. Si se hubiera elegido otro carácter para las direcciones de correo, ahora no estaríamos hablando de la arroba, y no habría transexuales que eligiesen ese carácter como identificativo artístico. Por el año 1971 Tomlinson no podía calcular las consecuencias sociales de aquella elección que a él le parecía tan trivial en ese momento.

Pero el símbolo de la arroba esconde otras curiosidades: ¿Por qué estaba en el teclado si realmente no se usaba con frecuencia? ¿Qué había representado antes ese carácter? Para responder a estas preguntas hemos de remontarnos algunos siglos atrás. Gráficamente, el símbolo de la arroba también procede del latín, y más concretamente de contraer las letras de la palabra ad, que significa "hacia" (también "en", "hasta", "a", "sobre" o "cerca", según los autores). En la Edad Media estaba muy de moda ligar (adherir o incluso solapar) las letras contiguas de la misma palabra. Las letras a y d (minúsculas) solían representarse con sus partes principales solapadas, y el rabito inferior derecho de la "a" terminaba levantándose verticalmente, para recordar también a la letra "d". Con el tiempo, este último rasgo vertical fue volcándose hacia la izquierda, de forma similar a lo que sería el número 6 visto en un espejo. Luego, el rasgo final fue tumbándose sobre la parte central del carácter, para terminar casi rodeándola y envolviéndola en una especie de "látigo espiral". Todavía, puede reconocerse parcialmente esta evolución, puesto que algunas fuentes tipográficas representan mayores o menores curvaturas en el trazo final. Por cierto, la palabra latina ad se traduce al inglés como at, lo que aporta la relación entre esta arroba latina y la arroba informática que comentábamos antes: son la misma cosa.

La arroba fue una popular medida de peso y volumen que tuvo su origen en la Andalucía previa al siglo XVI, cuando esta región española estaba influenciada igualmente por la cultura latina y la musulmana. De hecho, la palabra viene del árabe "ar-roub" o "ar-ruba", que significa cuatro (o cuarta parte) porque cuatro arrobas formaban otra unidad mayor (el "quintal"). Aunque se supone que esa medida pudo estar en uso desde muchos años antes, parece que la primera documentación escrita sobre la arroba hace referencia a la medición de las mercancías que eran transportadas en los viajes trasatlánticos que hacían ruta entre América y Sevilla (ahora la arroba vuelve a recuperar su vocación navegante, pero en el ciberespacio). Ya en aquella época se usaba el símbolo @ como "abreviatura" o suficiente expresión escrita de la medida. De igual manera, el símbolo era usado también para indicar el precio unitario, y así se usaba la arroba para referenciar el precio de cada medida ("arroba") de mercancía. Luego, en casi toda Europa siguió utilizándose la arroba como medida, aunque en diferentes zonas implicaba una cantidad o medición distinta, y un sistema de divisiones también diferente. Todas estas medidas comenzaron a decaer a mediados del siglo XIX, cuando fue aprobado el sistema métrico, aunque los ambientes rurales siguieron usando sus respectivas arrobas tradicionales por muchos años más. El diccionario todavía reconoce la expresión "por arrobas" que significa "a montones". A pesar del sistema métrico, el entorno comercial norteamericano siguió usando el signo de la arroba para indicar el precio unitario, independientemente del tipo de mercancía, de forma similar a como lo habían hecho originalmente los andaluces. Para indicar que se vendían 3 caballos a 5 dólares cada uno, los comerciantes yankies escribían (en inglés) "3 caballos @ 5,00$". Ese es el motivo de que los teclados de las máquinas de escribir mecánicas -inventadas en EEUU, en el siglo XIX- incluyeran el símbolo de la arroba casi desde su aparición. En este sentido, el símbolo @ se vocalizaba como "a comercial" (commercial at), aunque también se usaba -abreviado- "en" (at, como ya se ha dicho), o incluso "arroba". Hoy, para referirse a este carácter, en el entorno anglófono se suele decir "signo at" (at sign) o "símbolo at" (at symbol).

Durante el siglo XX, el uso de este símbolo fue decayendo, y eso podía haber provocado que también hubiera desaparecido de las máquinas de escribir. Los fabricantes de estas máquinas necesitaban añadir caracteres nuevos que iban sustituyendo a los menos usados del teclado. Seguramente la arroba no fue suprimida por el simple hecho de que resultaba bastante difícil de escribir algo parecido utilizando cualquier otra tecla o combinación de caracteres. El caso es que la arroba permaneció en las máquinas de escribir, como una rareza y también en cierto modo como una tradición.

Y así se explica que ese símbolo haya sido heredado por los teclados de ordenador, que inicialmente fueron copias bastante fieles de los utilizados en las máquinas de escribir de la época: el primer juego de caracteres ASCII (que no añadía vocales acentuadas ni otros símbolos especiales) ya incluía el carácter de la arroba. Como ya se ha dicho, que fuera un carácter "devaluado" fue el principal motivo de que Tomlinson lo eligiera para conformar las direcciones de correo-e. Pero ni siquiera eso fue algo muy original. La arroba ya había sido utilizada previamente por otros informáticos, e incluso había sido usada en lenguajes de programación.

En español se dice "arroba", pero otros idiomas utilizan expresiones mucho más descriptivas, que hacen referencia a la espiral final o a su supuesta semejanza con el rabo de algún animal: así, en Sueco se dice "alfa-manguera" (alfaslang); en danés, "a-con-rama" (snabel-a); en holandés "cola-de-mono" (apestaartje); en francés, "caracol" (scargot); en italiano, "caracola" (chiocciola); en noruego, "bollo espiral" (kanel-bolle), etc... En España (se usa también) la palabra "ensaimada" que igualmente designa un bollo espiral típico de Mallorca. Y también he oído, en entornos muy informales, que se la llama "oreja" u "orejilla" por su similitud con este órgano humano.”

q) La barra se utiliza para establecer separaciones necesarias entre las líneas de un poema o en los de cualquier otro tipo de escrito (o palabra) sobre el cual se efectúe un análisis sintáctico, semántico, morfológico o fonológico. En Internet, sirve para efectuar búsquedas de páginas electrónicas.

Actividades:

a) Escriba una carta de dos carillas dirigida a un/a amigo/a querido/a utilizando todos los signos de puntuación vistos en el presente capítulo. Para su mejor reconocimiento, demárquelos utilizando negrita.
b) Escriba una narración fantástica de una carilla utilizando todas las acepciones de la arroba.

Objetivos:
a) Que el capacitando integre y tenga conciencia plena en la utilización de cada uno de los signos de puntuación.
b) Que el capacitando integre las normas ortográficas.


Bibliografía utilizada:
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Bajtín, M.M., (1985) “El problema de los géneros discursivos”, en: Estética de la Creación Verbal, México, Siglo XXI editores S.A. de C.V., segunda edición en español. [Primera edición en ruso, 1979. Título original: éstetika slovesnogo tvorchestva].

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Caravantes, Antonio, “Origen y significado de la arroba”, http://www.caravantes.com/arti03/arroba.htm, (antonio @ caravantes.com), 14-01-2003.

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